Aunque hoy puede ser el día en el que el equipo jerezano suba de categoría, la victoria de ayer mantiene en vida la esperanza de subir en un hilo que pasa por un doble estropicio tinerfeño ante el propio Xerez y Girona en Montilivi; hay otras carambolas pero el problema es la necesidad de vencer los dos encuentros próximos ante el Albacete Balompié y la U.D. Salamanca. Setenta y dos puntos, treinta y nueve en la segunda vuelta, pueden incrementarse para, por desgracia, coloquen al Hércules en la pequeña historia de la segunda división: "marcar la máxima puntuación sin ascender". Todo en Alicante es lamentar unos puntos perdidos en determinados partidos por hache(arbitrajes) o por be(mala suerte), la manera de ganar del Real Zaragoza o la penosa actitud del Alicante C.F. en el partido de ayer y que se contrapone con la nula oposición mostrada contra los maños. Si el equipo de Granero hubiese jugado así contra los maños podrían haber perdido igualmente pero hubieran evitado las suspicacias que, desde entonces, se han generado en la ciudad por su actitud. Los jugadores suelen pensar en el dinero pero, a veces, es mejor disimular; en el Alicante C.F. no hubo disimulo: querían dejarse perder contra el Real Zaragoza y, con el equipo descendido, el portero Queco Piña no dudaba en rematar un saque de esquina en el minuto 93, una imagen inusual en el portero a lo largo de la temporada.
Porque el partido de ayer tuvo poca historia: un equipo necesitado de tres puntos contra otro virtualmente descendido, un equipo que, salvo la ausencia de Tote, era el de gala contra un equipo con muchas bajas y algunos jugadores del filial. El Hércules buscó el gol cuanto antes aunque caía en la precipitación en algunos lances del juego. El Alicante buscaba poco la meta de Calatayud y se fue estirando con el paso del tiempo. A pesar de poder jugar un partido de forma natural(dos interiores naturales para surtir a los dos delanteros), el juego no era fluido, muy propio de partidos de gran carga anímica(como los dos encuentros ante el Elche o el Real Murcia). Ir al descanso con 0-0 y la victoria maña en Salamanca no ayudaba al estado de ánimo de los jugadores. El 0-1 a principios de la reanudación tranquilizaba en exceso los ánimos mientras espoleaba los del rival que comenzó a inquietar la meta de Calatayud por el flanco de Expósito. El 0-2 debía de finiquitar el encuentro, dormirlo, pero ocurrió lo contrario, entrando en una loca ida y venida. El 1-2 hizo que el Alicante creyera en la épica pero, en justicia, la victoria debía de caer del lado herculano a pesar de los vanos intentos alicantinistas, incluido el remate del portero en el último instante del encuentro.Con el final, se concretó el descenso de forma definitiva del equipo alicantinista...mientras al herculanismo le queda esperar una o dos semanas.
Apunte Ayer pasó algo extraño en el Rico Pérez...y en Punt 2. Que se celebrara el 1-3 como 2-2 se tuvo que deber a un error que no sé quién lo cometió pues, reconozco, no estuve en el estadio; lo inexplicable ocurrió a los pocos segundos cuando en la pantalla también se veía el 2-2. Lo sorprendente es que esa información, que en las retransmisiones normales de Punt 2 es de unos 3-4 minutos respecto al gol, fuera casi al instante en vez de comprobar el resultado antes de ponerlo en la pantalla.