Suele ser muy propio de estos tiempos agarrarse al milagro de la fe(sean creyentes o no)cuando se necesita más ayuda de la necesaria. Como todos los que me leen sabrán, no he escondido que, además de herculano, soy aficionado de un equipo de la Ciudad Condal...y que no es el F.C. Barcelona...ni el Sant Andreu sino el R.C.D. Espanyol. A falta de diez semanas para terminar la temporada, el entrenador fue de los primeros que fue al monasterio de Montserrat para pedir un favor: salvar del descenso al histórico equipo blanquiazul. Al final, la "Moreneta" apareció para colocar a los "pericos" en una asombrosa décima posición después de ganar 8 partidos de diez...cuando antes habían tardado cerca de medio centenar de partidos para esa misma cantidad de victorias antes del milagro. En el caso herculano, la situación no es la misma pues no hay descenso pero sí un "milagro" para que, al finalizar el encuentro ante el rival de la ciudad, se reduzca a dos y tres puntos con sus seguidores y tener aún opciones, aunque sigan siendo reducidas, de poder dar el salto.
Lo curioso es que es una situación que le ocurre a creyentes(lo normal) y a no creyentes(no lo serán respecto a la fe pero sí a la estima hacia su club) que buscan en cualquier sitio más allá del terreno de juego. El milagro es considerable: tres victorias(algunas factibles, otras no tanto)y que sus rivales pinchen dos veces. Es lo que tiene depender de otros. Mientras tanto, se lamentan las ocasiones que muchos tildan al exceso de presión-algo tiene de pérdida de frescura en el juego- pero que obedecen a mala suerte: de haber concedido el gol correcto y marcar Farinós se seguiría a uno y dos puntos mas la suerte ha sido esquiva con aquel remate de Rodrí que parecía entrar en Huesca. Quizás se pague aquel fallo en Castellón donde se debió ganar aunque la mente diga que el equipo, entre los partidos de Xerez y Tenerife, andó algo desquiciado entre el varapalo de Chapín y la lesión de Sendoa cuando el vasco estaba en su mejor momento. Si el Espanyol buscó a la "Moreneta", nos toca buscar a Santa Faz para que nos dé ese pequeño empujón ante rivales crecidos por un motivo o por otro.
Apunte Aunque aún hay competición de Segunda División y ascensos, todo se prepara para el debut de España en el torneo semiamistoso-semioficial que es la Copa de Confederaciones. Puede tener rango oficial y no se lo niego pero la realidad es otra y es que es un torneo con selecciones del potencial de Nueva Zelanda, Irak, Egipto y, eso sí, Italia y Brasil. Vamos, un trofeo de los que gustan en la FIFA.
Lo curioso es que es una situación que le ocurre a creyentes(lo normal) y a no creyentes(no lo serán respecto a la fe pero sí a la estima hacia su club) que buscan en cualquier sitio más allá del terreno de juego. El milagro es considerable: tres victorias(algunas factibles, otras no tanto)y que sus rivales pinchen dos veces. Es lo que tiene depender de otros. Mientras tanto, se lamentan las ocasiones que muchos tildan al exceso de presión-algo tiene de pérdida de frescura en el juego- pero que obedecen a mala suerte: de haber concedido el gol correcto y marcar Farinós se seguiría a uno y dos puntos mas la suerte ha sido esquiva con aquel remate de Rodrí que parecía entrar en Huesca. Quizás se pague aquel fallo en Castellón donde se debió ganar aunque la mente diga que el equipo, entre los partidos de Xerez y Tenerife, andó algo desquiciado entre el varapalo de Chapín y la lesión de Sendoa cuando el vasco estaba en su mejor momento. Si el Espanyol buscó a la "Moreneta", nos toca buscar a Santa Faz para que nos dé ese pequeño empujón ante rivales crecidos por un motivo o por otro.
Apunte Aunque aún hay competición de Segunda División y ascensos, todo se prepara para el debut de España en el torneo semiamistoso-semioficial que es la Copa de Confederaciones. Puede tener rango oficial y no se lo niego pero la realidad es otra y es que es un torneo con selecciones del potencial de Nueva Zelanda, Irak, Egipto y, eso sí, Italia y Brasil. Vamos, un trofeo de los que gustan en la FIFA.