¿Qué es la vida? Un frenesí./¿Qué es la vida? Una ilusión,/una sombra, una ficción,/y el mayor bien es pequeño;/que toda la vida es sueño,/y los sueños, sueños son.
Segismundo, Príncipe heredero de Polonia, profería este archifamoso soliloquio, después de haber sido nuevamente encarcelado, toda vez que puesto en libertad por primera vez, y no creyendo tras años de presidio, que fuera real su situación, cometiera toda clase de excesos. Al final (y que nadie se enfade, porque después de tres siglos y medio pasados, en que fue escrita, ya es hora de que todos sepan cómo acaba la obra) Segismundo es nuevamente liberado y accede al trono de Polonia, esta vez habiendo recapacitado sobre lo anteriormente sucedido.
El final del pasado domingo, me temo que más propio de Calderón de la Barca, lo habría firmado el mismísimo Larra, porque fue absolutamente cruel y macabro lo que el destino tenía guardado al Hércules, y a un jugador en concreto; no se mereció el equipo haberse alejado del ascenso de esa manera, pero es lo que hay, y con tres titanes en los puestos de cabeza, no se pueden cometer errores.
Ahora bien, es para estar agradecidos, es para estar orgullosos de lo que ha hecho el Hércules esta temporada: por hacernos soñar, por ilusionarnos, por darlo todo en cada partido; y si Segismundo tuvo apoyos para salir de las mazmorras; también los debe tener el Hercules, si no es este año será al siguiente; y si no al otro ...y así hasta que se consiga el ascenso, por lo que una vez más insisto, en que el apoyo de la afición es imprescindible.
El próximo sábado, partido contra el Alicante que puede ser trascendental o no, pero ya dependiendo de los resultados que se den en otros campos, en cualquier caso, un partido para disfrutar y con el pique entre ambos equipos como máximo aliciente, ya que en ambos casos y en cuanto a objetivos herculanos se refiere, conseguirlos supondría alcanzar la categoría de milagro...pero bueno, como dicen los toreros: hasta el rabo, todo es toro...