Mucha crueldad es la que se vivió sobre el tapete del Rico Pérez allá por las dos menos diez de la tarde del domingo pasado. Un penalty daba al Hércules la opción de volver a los tres puntos de partida con los que se iniciaba la jornada 39. En el momento en que el colegiado pitaba el penalty se vieron variadas reacciones: algunos jugadores del club vigués estaban tirados en el césped desolados pues daban por hecho la derrota mientras sus compañeros protestaban al colegiado canario- para que se vea que el tema de las suspicacias no sólo iba con el Hércules sino también con el Celta al estar Las Palmas involucrado con el Celta de VIgo- la concesión de una segunda pena máxima a favor del Hércules; mientras tanto, Farinós estaba cerca del poste para, posteriormente, dirigirse hasta el punto de penalty. Se dirigió hasta el balón, disparó y el balón, de todos es sabido, se estampó con violencia en el poste contrario de aquel famoso de hace un año, cuando el penalty de Abraham Paz. Durante un pequeño lapso de tiempo, rumores corrieron de que se iba a repetir el penalty pero no fue así y el valenciano se cogía la camiseta y se la ponía sobre la cabeza al más puro estilo "tierra, trágame". La reacción de la gente, lógica ante la tristeza y el desánimo, fue de apoyo y cariño hacia un jugador que, con el paso del tiempo, se ha hecho con el afecto de la grada.
Irónicamente, los dos protagonistas vivieron una situación opuesta hace unos meses. Era la cuarta jornada de esta preciosa 2008/09 y la Real Sociedad venía a Alicante con su propósito de ir ocupando puestos de delante y superando el gafe que arrastra por estos lares contra el Hércules. Con 0-1 en el marcador, el colegiado pitaba una pena máxima que Farinós erraba; sin embargo, el colegiado obligaba a repetir el lanzamiento y, en esa ocasión, el valenciano materializaba el gol del empate y daba al herculanismo una imagen que ha marcado la temporada 2008/09: Farinós, con la camiseta en la mano, mostraba el torso cargado de tensión por el momento vivido como si el cuerpo dijese a los aficionados ese "Vamos" que quería transmitir. En las postrimerías del encuentro, Sergio Fernández era expulsado y la ambición se tuvo que ralentizar para pescar,al menos, un punto ante un equipo que se esperaba más ambicioso. El colegiado de aquel encuentro fue el mismo de ayer, Hernández Hernández; también hubo una expulsión para variar y un penalty que ha mostrado, para pesar de Farinós, el reverso de la moneda.
Apunte Lo que está claro es que el ascenso del Hércules sólo depende de un milagro...tras otro. En principio, la próxima jornada va a ser determinante. Lo que sí puede ser terrible es el hecho de que, después del Real Zaragoza, habrá otro equipo que se va a llevar el favor mediático de la segunda división.