Hoy me encuentro bastante musical, y es que como decía “el último de la fila” “dicen que el que canta su mal espanta... “y a fe que este año con los arbitrajes nos podríamos montar todo un orfeón para intentar disipar todos los agravios que está padeciendo el Hércules esta temporada...ya sé, ya sé que suena llorica hablar de los árbitros...pero lo de este año es que clama el cielo, vamos, que material, y nombres propios, hay de sobra para montar una verdadera galería de los horrores.
Así las cosas, y como canta actualmente una tal Merche (desconocida para mí, dados mis gustos musicales) si contra el Cádiz fue la de cal; contra el Xerez ha sido la de arena (y eso que la cal se me antoja mucho más corrosiva, cosas de las expresiones), a pesar de las circunstancias en que se ha producido, y en una jornada donde la sorpresa ha sido el elemento predominante.
Como todo en esta vida, esta derrota exige un ejercicio de superación, y ahora hay que pensar en el próximo rival, en el Granada 74, que a pesar del nombre, y de las circunstancias de su ingreso en la segunda división, está resultando ser un noble heredero del Ciudad de Murcia.
Yo confieso que no me atrevo a dar un pronóstico, máxime cuando hay una variable dentro del campo absolutamente impredecible, como pueda ser, para más señas, un señor con un silbato colgando que no sabes por dónde va a salir, pero es seguro, al margen del resultado, que ahora más nunca el club necesita el apoyo de todos.