jueves, febrero 21, 2008

Una figura controvertida(I)

A pesar de todo debate lingüístico acerca de si un director técnico es igual o no al anacrónico secretario técnico, la verdad es que ningún aficionado le da tanta importancia a este asunto. En sí, lo que interesa es que los fichajes sean acertados, que el entrenador logre combinar las características de los jugadores para alcanzar el objetivo mientras lo demás es accesorio. Hace una semana, la revista semanal deportiva Don Balón trataba el tema del director técnico y los diferentes métodos de trabajo-el Sevilla se lleva la palma con un trabajo exhaustivo que le ha hecho merecedor de grandes logros- de varios de los equipos. A pesar de la definición de Monchi, el parecido es bastante grande entre ambos puestos y sólo un aspecto lo diferenciaría de verdad: que el secretario técnico tuviera conocimientos de gestión deportiva y, a su vez, contar con un presupuesto determinado para fichajes asignado desde el club o, en el caso de las S.A.D., desde el máximo accionista. Lo que Monchi hablaba de delegar en un secretario técnico para cada sector a vigilar se podría asimilar a la de los ojeadores. En sí, la verdadera diferencia es que si un equipo trabaja bien la faceta deportiva a medio y largo plazo, los resultados acaban por aparecer. Para ello, sería interesante buscar cuál es el mejor camino hacia un buen resultado deportivo global, esto es, sin tantos altibajos

Por lo general, la idea es un organigrama en el que estén tras el director técnico un grupo no muy grande de ojeadores, mayoritariamente para segunda y Segunda B, un encargado de coordinación con el fútbol-base. El mercado internacional en una primera etapa de segunda división se puede ver limitado a determinadas áreas como, por ejemplo, la antigua Yugoslavia, dejando Sudamérica para momentos de transición en los que el jugador perciba de la entidad tranquilidad para su adaptación al fútbol español. Es fundamental y sabido la importancia de una buena base de datos con informes de los jugadores para aprovecharla en momentos oportunos. En sí, respecto al vídeo, en principio, no es bueno criticarlo si se usa con cabeza, es decir, como primera referencia de un jugador para su posterior seguimiento, in situ, sobre el terreno de juego. Lo malo es cuando las malas lenguas hablan de fichar a un jugador por vídeo, hecho que sería muy fuerte aceptarlo, incluso cuando el propio futbolista acaba sin ser el esperado. Los mejores fichajes para el Hércules han acabado siendo los que han sido mirados desde la necesidad: el hecho de querer aprovechar el dinero ha hecho que el acierto sea mayor con el seguimiento; por el contrario, los malos recuerdos vienen producto de fichajes por nombre(Prats, por ejemplo, es un caso) en base a un supuesto rendimiento pasado, o, en el caso de Bahía, el hecho de colocar, sí o sí, a un jugador llevado por un determinado representante.


Apunte La convocatoria realizada por Raúl y Luis Aragonés ha acabado siendo un auténtico paripé. La situación que se está viviendo no es entre el delantero madridista y el seleccionador sino entre éste y buena parte de la afición española. Hacer las paces no hace nada. En el momento en que la siguiente lista siga sin contar con el delantero seguirán los periodistas preguntando…y esa afición gritando su nombre.


En la próxima semana, posiblemente el jueves, se publicará la segunda parte de este artículo donde se contará acerca de los diferentes secretarios técnicos desde Joaquín Irles