Si la situación del Hércules está siendo dura en lo referente a los campos de entrenamiento, lo doloroso de la paradoja citada en el título es que acudirán a Gijón para jugar un encuentro de Liga con el Sporting, un equipo que cuenta con las instalaciones del Mareo, envidia que cualquier herculano sentiría por tener unas instalaciones similares, incluso la mitad. Como bien se ha mostrado en el blog de Venegoor, Mareo es un maravilloso centro donde se han conseguido formar una cantidad de jugadores que amortiza cualquier coste. Sólo la inadecuada apuesta por fichajes foráneos como Yekini, Hugo Trotta, Lekovic o Kucharsky descentró a la entidad, quizás preocupada por no encontrar la "hornada" adecuada. Mareo, no es la única gran "institución" dentro del mundo del fútbol - base; así, nos encontramos con otras que siguieron la línea abierta por los gijoneses o relanzaron su fama inicial: Lezama(Athletic-1971), Tajonar (Osasuna-1980), Zubieta(Real Sociedad- finales de la década de los 70). En la época de los años 80 se fueron formando diferentes ciudades deportivas con su cinco o seis campos de entrenamiento pero la historia de formación de la que gozan Mareo, Lezama o Tajonar no las tienen otras. Más recientemente se ha visto esa ciudad deportiva del Valencia en Paterna(1992), Espanyol(2001) o, el nuevo rico, el Villarreal, que en los últimos años está demostrando ser un ejemplo a seguir para el Hércules. Aunque como Mareo, ninguna- Lezama ya es algo que está fuera de la capacidad del Hércules- pues pertenece a un equipo que tuvo esa apuesta en un momento que el Hércules pudo haber hecho también. Este Hércules, por tener el Rico Pérez, perdió la opción de disponer durante la era dorada (1974-82) de unos terrenos. ¿Razón? Este Hércules, como antaño, nunca ha tenido visión de futuro sino de "sobrevivir" al día a día y eso le hace vivir muy pendiente de los vaivenes del esférico. El Sporting apostó por unos terrenos; el Hércules, no.
Por ello, este Hércules alterna Pinoso, Pilar de la Horadada, Estadio de Atletismo, Campoamor, etc. Ni siquiera tuvo la suerte de aprovechar esos "parches" que se ofrecían como aquellos terrenos en San Juan por un tiempo o Bussot. La ciudad deportiva ha sido la cortina de humo de todo cuánto ocurría en el Hércules. Desde aquella que se suponía que se iba a construir en honor- más bien deshonor- de Francisco Peris en el 98, han ido surgiendo opciones irreales. El descenso y posterior permanencia en 2ªB mostraba que era irreal el deseo de poseer una ciudad deportiva por más "ilusión" que tuviera el máximo accionista herculano por hacer una definitiva. El Plan Rabassa alargó el tema, San Juan y Campello cayeron por su propia cuenta aunque hubiera sido una opción más coherente para un equipo en 2ªDivisión B. El ascenso relanzó el anhelo de tener una ciudad deportiva. Pero este Hércules, como es sabido, tiene capacidad de montar circos y crecerles los enanos: los terrenos de Fontcalent que Ortiz decidió que fueran para el Hércules han sido una constante fuente de noticias negativas: situación ilegal de los terrenos, protestas de ecologistas, denegación de permisos, etc. Ni siquiera el permiso provisional ha sido aceptado. Así pues, todas las imágenes que salieron en su día no van a servir de nada y el peregrinaje seguirá siendo algo característico en Hércules. Esa es la dolorosa paradoja, de la que, por cierto, se aprovechará el Hércules en el día de mañana pues entrenarán en unas instalaciones, de por sí, soñadas por los herculanos.
Apunte Desde que el combinado español de baloncesto quedó campeón del mundo en Japón la selección de fútbol ha decidido perder los papeles. A pesar de que los campeones han dejado claro que son deportes distintos y no vale la pena comparar, la realidad es otra para los aficionados que sí diferencian aspectos comunes a todos los deportes: la ilusión, garra, orgullo no lo encuentran en la selección de Luis Aragonés.