No. No me he equivocado al escribir el título pues sé que el resultado de ayer fue el de derrota en Gijón pero esa es la sensación de dos desplazamientos que han acabado en victoria- Albacete(0-1)- y en derrota- Sporting(1-0)- pero que fácilmente hubieran quedado con resultado de empate. Por tanto, el Hércules ha sumado tres puntos en vez de esos dos, fruto de sendos supuestos "X". Obviamente, tras ganar los tres partidos últimos se esperaba un buen resultado en tierras asturianas mas la suerte de Albacete mutó en desastre en El Molinón. Una falta lejana, una barrera que se abre, un balón que en su recorrido golpea en la bota de un componente de la barrera- Diego Mateo, pero fue anecdótico porque podía haber sido alguno de sus compañeros-, el portero que tarda en reaccionar y que ve como el efecto del toque de su compañero desvía el esférico lo suficiente para entrar en las redes. De ahí hasta el final hubo intentos para cambiar el resultado pero queda la duda lógica y justa de si el juego del Hércules hubiera sido el mismo tras el 1-0 antes de los veinte minutos de juego. Incluso, la mala suerte se alió en forma de gol injustamente anulado por supuesto fuera de juego cuando la acción se desarrollaba a 50 metros del juez de línea.
Si ayer hubo un héroe, ese fue el "Zamora" de la edición anterior, Roberto. Algunas de sus paradas evitaron el empate justo para los méritos de uno y otro. El juego, como tal, pertenece a esta tradicional Segunda División: controlar en la zona ancha y esperar el error rival. El Hércules no jugó bien pero el Sporting jugó peor incluso que el conjunto alicantino ante el Numancia la semana pasada. El equipo blanquirrojo daba por buena la victoria por 1-0 y no creó ningún peligro: la jugada más peligrosa de los gijoneses en la segunda parte tuvo que ser un mal despeje de Schiavi que Aragoneses tuvo que desviar de forma apurada. Por lo demás, Congo estuvo perdido ante el buen hacer de un espléndido Sergio Fernández que demuestra que un curriculum no es tan importante como la predisposición en el terreno de juego. En el Hércules pocas cosas cambiaron: Mantecón, de tener continuidad en esa zona, debería hacer olvidar a un Farinós que no es la sombra de lo que fue; Juanlu sigue estando desafortunado delante de portería pero le pone empeño y le sobre precipitación en el disparo; por último, Moisés quiso emular a Congo y, ni él ni el colombiano, estuvieron a la altura del encuentro. El delantero herculano, eficaz en otros días, estuvo espeso ayer y colecciono faltas a defensas en vez de ocasiones. Se dispuso de más ocasiones que en otras ocasiones pero la duda justa y evidente es si se hubieran tenido de ir empate a lo largo del encuentro; otra duda sería ver la actuación del Sporting de no tener marcador a favor. Ayer era otro encuentro de los de "quien marque primero gana"; lo único que ganaron los televidentes fue ver más ocasiones porque el tanto llegó pronto y no como en Albacete, a falta de cinco minutos del final. Loe herculanos sufrimos porque se veía que el empate no llegaba aunque se hacía méritos y los gijoneses, por el hecho de dormir el encuentro tan pronto en vez de buscar el segundo tanto tranquilizador. Seguramente, de haber empatado el Hércules en el último instante -ese guante de Roberto que impidió el empate de Ariel Montenegro- hubiera habido bronca del público hacia un equipo que tuvo miedo de ir al ataque. La racha se ha roto pero el próximo domingo se verá si es un espejismo o es que la suerte de Uribe ya duraba demasiado.
Apunte Malos compañeros de fatiga se ha encontrado el Hércules en este año. El equipo blanquiazul coge a los que dejan Cádiz y, después ,Castellón antes de jugar con el Hércules. El Cádiz lleva 6 puntos ganados tras una victoria, tres empates y dos derrotas después de ganar al Hércules; el Castellón, 2, tras sendos empates y cuatro derrotas. Así pues, los equipos que juegan contra el Hércules ya vienen con una motivación de más y no, por ejemplo, como el año pasado cuando se cogía al rival que dejaba el Xerez. Aún así, es una simple anécdota.