Entre hoy, si la alerta por lluvias en Valencia lo permite, y mañana se jugarán los partidos de vuelta de esta ronda de Copa del Rey. Como ya se ha dicho por activa y por pasiva en estos dos años, el trofeo del KO sigue la estela del desinterés general. Ya acabó ese aliciente de ver si los grandes caían con los pequeños de 2ªB y 2ª División; ahora no hay eliminatoria que albergue verdaderas sensaciones de que haya sorpresa- las puede haber mas no son aquellos encuentros de antaño en los que el pequeño sólo tenía que vivir de rentas y capear el vendaval del grande en su terreno de juego. Las gestas se contaban con los dedos de la mano: el célebre Numancia(95/96), el Alavés(97/98) eliminó al Madrid en el Bernabeu o Las Palmas eliminaba por penaltis al Valencia tras "devolver" en Mestalla el 0-2 de la ida. Salvo esas gestas, lo normal es que el grande finiquite la eliminatoria en casa si se dejó deberes en la idea o jugar con los menos habituales si está decidido de antemano. Como tal, será difícil encontrarse el jueves con grandes titulares pues se espera que sólo caerán los equipos de primera que se enfrentaban entre sí. Quizás el Nàstic es el que tendría visos de caer pero, no nos engañemos, el verdadero "equipo de primera" es su rival de Segunda, el Real Valladolid, con lo que, ni siquiera, se debería considerar sorprendente la eliminación del conjunto de Luis César.
La ilusión particular la pondrán muchos jugadores de equipos modestos pues podrán disfrutar de noventa minutos de ensueño. Así, los del Écija podrán olvidarse en el feudo madridista durante hora y media de campos como el de Águilas o su último encuentro en la ciudad deportiva del Sevilla; los del Badalona en el Camp Nou y visitar Barbastro cuando el sueño copero termine y llegue el domingo próximo. Estadios en los que, como mucho, disfrutaron como aficionados pero no sobre el terreno de juego- salvo escasas excepciones-. Algunos de los jugadores de la actual plantilla herculana ya han jugado contra el Real Zaragoza durante esta larga década sin disputar un encuentro oficial con el equipo maño pero, de todas maneras, esta es otra historia y acudirán a tierra del Ebro para jugar, tutear y, si es posible, dar la sorpresa a domicilio. Esa es la ilusión de la que se refiere el título: aprovechar que no hay nada que perder y mucho que ganar, creer que en esa situación será más fácil jugar ante un impresionante Zaragoza. Un partido donde se impone más la buena imagen que se pueda dar que del resultado. Si no hay sorpresa y buen juego será una manera digna de acabar esta presencia copera; si hay sorpresa, el sábado puede haber fiesta para rendir honor al equipo que dejó fuera al subcampeón.
Apunte Impresionante la mala trayectoria de los tres últimos de la categoría. No se recuerda un clasificado en la antepenúltima posición con tan pocos puntos(4). Se acerca mínimamente a aquella temporada en la que el Valladolid sumaba cinco puntos y el Sporting se despeñaba de manera terrible. Salvo la 2001/02, en el resto de las clasificaciones comprobadas se ha visto que alguno de los que estaban entre los tres últimos en esta novena jornada bajaba posteriormente.