Seguro que se estén preguntando cuál es el motivo de este blog para dar gracias a un entrenador de baloncesto por el hito futbolístico de ayer. Es muy comprensible pero tiene que haber una relación y esa aparece en septiembre de 2006, hace casi seis años, cuando la selección española de baloncesto lograba en Japón el primer campeonato del mundo tras vencer a Grecia(70-47), a pesar de la ausencia de Pau Gasol tras la lesión en los minutos finales de la semifinal ante Argentina. Por aquel entonces,la España del fútbol había vuelto a caer en octavos de final tras perder con Francia(3-1) siguiendo la estela de los últimos mundiales y europeos. El campeonato logrado provocó una oleada de admiración hacia el combinado de baloncesto, en contra de la selección española que estuvo en Alemania durante el Mundial. Esa oleada de alegría tuvo, pues, un toque de reproche a la selección de fútbol que, además, tuvo la mala suerte o el desatino para perder con Irlanda del Norte tres días después de la gesta japonesa de los Gasol& company. Pepu Hernández, aparte de su célebre "Ba-lon-ces-to", intentó limar asperezas con el asunto, queriendo que la tendencia se frenara. Un año después llegó el subcampeonato europeo de baloncesto con cierto toque de mala suerte por aquella maldita canasta del ruso Holden en la final. En 2008, con el recuerdo de esos éxitos del baloncesto español llegaba el turno para el fútbol ganando por 1-0 a Alemania y con esa barrera de cuartos superada con sufrimiento en la tanda de penaltis...y España, con Aíto García Reneses, pugnaba en los Juegos Olímpicos contra los EE.UU. en la final de baloncesto. Cuando llegó 2010 se vivió la cara y la cruz inversa a la de 2006: la España futbolística vencía en Sudáfrica y sumaba el primer mundial-durante dos meses coincidieron los títulos mundiales de fútbol y baloncesto para España- pero, en Turquía, la mala suerte impedía el acceso a semifinales(92-89). El triunfo en el europeo de 2011 evitó dudas mientras la España futbolística lograba el tercer título consecutivo.
Desde hace mucho tiempo fútbol y baloncesto han intentado pugnar por la atención de la afición. Cierto es que el deporte de la canasta tenía asumido que el deporte rey en atención mediática era el fútbol pero aquel "zarpazo" de 2006 señaló que había una selección que ilusionaba con su juego...y que la meta de ganar era factible. Como bien decía Pepu Hernández, "ganar es una consecuencia, no un objetivo", ayer se vio que es así, que ganar llegaba por otra vía que no es la de vociferar que somos ganadores, lo es por tener una personalidad en el juego, en la forma de actuar sobre el terreno de juego y fuera.
Uno de los aspectos curiosos es que las selecciones españolas de fútbol y baloncesto están siguiendo unas líneas paralelas: allá por 1984 coincidieron las medallas de plata en Francia(fútbol) y en Los Ángeles(baloncesto), también la mediocridad en 1992 cuando la España del fútbol no se clasificaba para jugar el Europeo de Suecia-el verdadero único lunar negro de los últimos treinta años- mientras la del baloncesto se despeñaba en los Juegos Olímpicos de Barcelona con una humillante derrota ante Angola por veinte puntos. Ambas secciones fueron creciendo desde las cenizas hasta estos últimos seis años de disfrute y, sobre todo, destacaría 1999, año clave para ambas secciones:la de baloncesto sub 20 ganaba el mundial de su categoría venciendo a EE.UU(Pau Gasol,Navarro, Berni Rodríguez,Cabeza,etc) mientras la de fútbol vencía en Nigeria su Mundial al vencer por 4-0 a Japón, con una selección formada por Casillas, Puyol, Xavi Hernández, Marchena que formaron, entre otros, la selección española.
En baloncesto, se ha demostrado que el relevo se está llevando bien, sin traumatismos, lo que nos hace ver que el futuro sigue ahí. Antes no había continuidad entre los logros de las categorías inferiores, prolíficas en éxitos, y la selección "A" o senior donde los éxitos se paraban. El baloncesto se hizo mayor en Japón en 2006 mientras al fútbol patrio le pasó en aquellos cuartos ante Italia en 2008, rompiendo el mal fario de los cuartos. El tiempo dirá pero no me extrañaría más títulos(eso sí, que nadie espere que sea tan consecutivos como actualmente).