No, no estaría hablando de Royston Drenthe con ese doce en el dorsal...aunque no estaría de más que apareciera en el terreno de juego(no pisa el césped del Rico Pérez desde aquel día del Málaga) para desequilibrar por la banda izquierda, ya que Thomert parece estar en un sitio que no le corresponde mientras que a Sendoa le llega la primera división unos años tarde(su profesionalidad no está en duda pero, por desgracia, el físico ya no es el mismo).
Del doce que hablo es, sin duda, la afición. Un papel difícil de valorar pues, desde fuera, se elogia el modo de animar de la parroquia herculana pero, desde dentro, uno tiene la sensación de que se puede hacer mucho más para convertir el estadio Rico Pérez en un feudo inexpugnable, con una afición que anime desde el minuto 1 hasta el 90 y apoyando a los jugadores. ¿Eso hará ganar partidos? Sería muy exagerado decir que sí pero algo ayuda crear un ambiente positivo hacia el equipo y hostil(sin perder las formas) con el rival; lo que sí ha podido comprobar el herculanismo durante años es que la unión con el equipo puede lograr buenos hitos pero, por el contrario, la desazón y el desánimo pueden lograr un ambiente cargado de forma negativa que haga que buenos jugadores pierdan balones o que, en el momento del penalty, lancen el esférico rozando el marcador. Un ambiente que ya lo sufrió Jorge Alonso la temporada pasada o, como dijo Quique Medina, aquel central que tuvimos a mediados de los noventa, cuando la afición propia pita, el balón quema en las botas de los jugadores. Sí, son profesionales que deben tenerlo asumido pero, quieras o no, nadie logra desquitarse de un ambiente desagradable en los que la afición que, en teoría, debe apoyar hace más daño.
Ahora llega el momento más importante de la competición, aquellos diez partidos finales que comentaba Luis Aragonés y que es donde se decide todo. Diez partidos, de los cuales seis se jugarán en Alicante. Además, el apoyo es más necesario que nunca, pues fundamental es que se rompa la inercia negativa que lleva el equipo desde que comenzó 2011. Una victoria en el Rico Pérez podría recuperar las sensaciones de finales de año pasado cuando los rivales caían en Alicante con creciente facilidad, cuando la terna Drenthe-Valdez-Trézéguet funcionaban a las mil maravillas y la distancia se ampliaban. Una situación, la del posible descenso que está en juego, que nos debe recordar el pasado reciente(y en ello me refiero, por ejemplo, a la última década) para concienciarnos de una lección importante: los que más tenemos que perder somos los aficionados, los que sufriremos si ocurre lo que no deseamos.
Apunte Este blog se suma a todos los medios amateurs o profesionales, digitales o convencionales para mandar palabras de apoyo a Abidal por la situación por la que tiene que pasar(operación en el hígado). Apoyos que también van a Miki Roqué, jugador del Real Betis, que también tiene que apartarse temporalmente del fútbol para curarse de una enfermedad de todos conocida.