Estamos ya en el mes de mayo, y los estudiantes ven como poco a poco van cayendo las hojas del calendario que les conducen hacia los inevitables exámenes finales. Los que han llevado las tareas al día, son los que, sin descuidarse, pueden estar confiados en conseguir el objetivo de pasar de curso; el resto, tendrá que aplicarse y realizar un mayor esfuerzo para no tener que repetirlo.
El Hércules tiene varias asignaturas todavía pendientes. La del gol ya hemos visto que ha conseguido superarla; pero la de los partidos a domicilio, la lleva arrastrando desde principio de curso, y no queda mucho tiempo para rectificar. El partido del pasado domingo fue buena muestra de ello. El equipo comenzó bien, incluso se puso por delante en el marcador, pero poco a poco se fue viniendo abajo, y para acabar de rematar la faena, la injusta expulsión de Peña (al que competición ha retirado la primera tarjeta amarilla, por obvia involuntariedad de la mano) acabó por darle la puntilla. Como mal menor, el golaverage con el Levante está, cuanto menos, salvado
Dos únicas victorias ha conseguido el cuadro herculano fuera de casa en esta temporada, y ese es un bagaje muy pobre para un equipo que quiere optar a un ascenso, a mayor abundamiento, este mes va a coincidir la etapa en la que tiene que hacer frente a dos desplazamientos seguidos, y no se puede permitir el lujo de perder ni un solo punto más, ni en el Rico Pérez, ni fuera de él. Así, por de pronto, los jugadores deberían llevarse de deberes a casa escribir cien veces aquello de “tenemos que ganar más partidos fuera de casa”
Nuestro próximo rival, será el Córdoba, otro equipo que fuera de su estadio está haciendo una campaña bastante discreta, pero que no dudará en aprovecharse de estos momentos de desconcierto del equipo herculano, y todo ello en horario de anti-fútbol el próximo lunes que, sinceramente, es para que la Liga se lo hiciera mirar, porque es que creo que ni las televisiones, ni los equipos, hacen negocio con semejante despropósito de horario.