Durante estos cinco años he estado escribiendo puntualmente sobre el estadio Rico Pérez y los diferentes intentos para reconducir la situación del estadio: desde la mala imagen que daba en su día(en algunos aspectos sigue igual, en otros ha mejorado) que hizo que algún que otro político hablara de tirarlo abajo hasta la evolución de los diferentes proyectos de remodelación del estadio Rico Pérez. En esta ocasión ha llegado el tema del persistente rumor de llevar el estadio a Rabassa y convertir el feudo en un solar edificable. Son tantos los inconvenientes y pocas las ventajas de construir un nuevo campo: importe del estadio, cuestión de transporte, pérdida de un bastión poco cuidado como es el Tossal...
El primer problema que le achaco al tema del "nuevo estadio" es el célebre tema del coste. Parece que sea barato pero un estadio normalito está por los 40-50 millones(por extrapolación con los 60 millones que costó un terreno de 40.000 espectadores). Es cierto que se habló de remodelaciones más costosas en comparación con el precio citado. Los técnicos habían valorado dichas obras que, en teoría, servían para reducir el precio de la adquisición del estadio en 2007, en unos 5 millones de euros. Sin embargo, se empezó a crearse un ambientillo nada agradable con tantos proyectos que han acabado siendo simple humo. Nunca se ha negado el derecho del máximo accionista a recuperar el coste de la inversión con unos ingresos atípicos pero esa historia de esos planos sobraba...si no se quería hacer. Luego el Plan General de Ordenación Urbana ha servido para no hacer nada por fuera del estadio...comprensible, pero el proyecto "ganador" iba más allá de un simple arreglo. Eso es lo que sobraba.
Luego viene el tema del transporte. La gran virtud del estadio Rico Pérez es su presencia dentro de la ciudad. Andando, el estadio está a unos quince minutos de la mítica plaza de Luceros. Rodeado de los barrios de San Blas y Los Ángeles, a media hora para centro y Benalúa, todo ello andando. Rabassa, por mucho que se quiera, sería necesario coger coche o proporcionar medios de transporte público de forma masiva. Sería una locura un cambio que sería más perjudicial que beneficioso. Sí, a corto plazo parece ser positivo pero habrá que esperar a un período más amplio.
Otro aspecto sería el del propio entorno. Creo que han sido muy pocos los políticos que han valorado lo que Alicante tiene con las instalaciones deportivas del Monte Tossal y que iban creciendo desde el estadio, el pabellón municipal Pitiú Rochel y la ciudad deportiva; luego llegó las piscinas municipales(1989), las pistas de atletismo(1991) y Centro de Tecnificación(1993). En ese terreno, se apostó por un núcleo deportivo que podría acabar dañado por el "pelotazo" del Rico Pérez y que, por ejemplo, acabaría primero con el pabellón que está al lado del estadio y supuestos nuevos edificios. Si a eso le unimos que se querría un nuevo pabellón multiusos, la existencia del centro de tecnificación podría ser dantesco.Una vez tirado abajo la locomotora del centro deportivo, el resto iría cayendo poco a poco. Es cierto que la alcaldesa Sonia Castedo ha sido la que da la opción de un nuevo estadio pero espero que las fuerzas vivas de esta ciudad comprendan que un sitio así debe estar cuidado, "intocable"...al fin y al cabo, ya se sabe que es la presión popular la que puede hacer torcer el brazo.
Posiblemente, algunos piensen que sería mero derrotismo, no creer en el Hércules pero creo que he visto demasiado en este club para plantearme que un nuevo estadio sería más pufo que beneficio para el club, y por beneficio no me refiero al económico sino al social.
Apunte Por cierto, patética ha sido la decisión de que el Real Unión de Irún-Cartagena se juegue a las 16 horas. Lo peor de todo, es que parece que los partidos de la segunda división son un simple estorbo para GolTV que se plantearía dejarlo como horario fijo.