Si ya en directo resultó una jugada de gran valor y belleza, en las imágenes de los resúmenes de televisión quedó bien claro el gran esfuerzo de Tuni y la volea de Tote que sirvieron para neutralizar el tanto de David Bauzà. Si todos han elogiado el tanto del madrileño, más importante es la galopada del balear cuando pocos tenían fe en que pudiera llegar a coger el esférico tras el pase en profundidad de Taborda hacia el lado de influencia del interior zurdo. Luego tuvo otra ocasión que no pudo materializar. Al fin y al cabo, es el juego de dos equipos que pugnan por ganar y en racha. Dentro de cuatro días se jugará otro encuentro en el que deberán dar el do de pecho en el estadio de Ipurúa, feudo complicado en otras épocas, con grandes dosis de tranquilidad, paciencia y mantener una característica de este Hércules 2008/09: la fe.
Este equipo desde los primeros momentos de la competición ha mostrado que, además de jugar, tienen esa confianza en poder cambiar las tornas cuando las cosas vienen mal dadas; han sido muchas las remontadas logradas, incluso con dos goles de desventaja, en las que no se ha perdido la vista del balón y se ha respondido, casi con cierta normalidad, en un período escaso de tiempo. Durante una parte de la temporada se encajaba el primer gol pero, de repente, lograban el empate y la victoria posteriormente; no se han visto atemorizados cuando les han empatado y han colocado en franquicia el marcador. Salvo el extraño encuentro en el estadio de Chapín, el juego herculano, mayoritariamente bonito y efectivo, se ha visto acompañado de esa fe que da saber responder en los peores momentos y eso es un gran valor en un último sexto de la competición en el que un punto le separa del ascenso y con el Tenerife como rival de dentro de dos semanas.
Apunte Ironías del destino, el Granada74 de Carlos Marsá bajó a Tercera división en el feudo donde quiso jugar desde que trasladaron el Ciudad de Murcia a tierras granadinas: el Nuevo Los Carmenes fue el estadio donde se descendió tras un año de medidas disparatadas de su máximo accionista.