miércoles, mayo 20, 2009

El recuerdo decisivo



Medalla del Hércules C.F. ganada por mi hermano sobre el césped del Rico Pérez en aquel 1984. Obviamente, también forma parte de mis recuerdos






Se podría escribir como hace 75 años se subió a Segunda por una reestructuración que, a su vez, fue la lanzadera para el ascenso a Primera División; también recordar que el campo de Bardín veía hace 55 años el último partido oficial del Hércules y que daba a los blanquiazules su tercer ascenso a Primera División; por estas fechas-el 26 de mayo- harán 35 años de la gesta en El Sadar que llevó al club herculano a la élite pero, en esta ocasión, quiero hacer mención al recuerdo decisivo, el que ha hecho herculano a quién escribe este artículo de este blog. En el día de hoy, 20 de mayo, hará 25 años del ascenso de un grupo de jugadores que hizo que una generación de jóvenes los tuviera en mente: los Espinosa, Latorre, Rastrojo, Mañuz, Cartagena, Parra, Reces, Sanabria o Santi Bakero fueron la columna vertebral de ese equipo que recuperaba el ánimo de una afición decaída: los dos años en la división de plata tras haber disfrutado de la élite durante los ocho anteriores hizo que la afición volviera al Rico Pérez cuando volvía a sentir cercano el perfume de la primera división. Poco a poco, el ambiente se iba agrandando hasta que llegó el gran día. Un sol de justicia hacía ese domingo; el estadio estaba lleno de aficionados deseosos de recuperar la categoría perdida. Tras casi toda una temporada acudiendo al estadio gracias a las célebres invitaciones de colegios, aquel día, recuerdo, no disponíamos de ellas mas acudimos al estadio mi hermano y yo; ignoro el motivo por el que fuimos pero lo que tengo en mi mente es la imagen del portero de la grada del mundial, tras escuchar el 1-0 del público que estaba en las gradas, dejaba entrar a los que pocos que quedábamos ahí. La espera fue propicia pues pudimos vivir, in situ, el ascenso de categoría. Luego, el destino hizo que, durante un lustro no volviera a pisar el estadio salvo para dos o tres partidos; el primer descenso a 2ªB fue el que activó mis recuerdos del ascenso del 84-aparte del hecho de acudir ya solo al estadio- y el que me hiciera concienciar del necesario apoyo.

He vivido tres ascensos más(1993,1996 y 2005); muchos de ellos han supuesto tardes pletóricas y, quizás, más concienciación de lo que se está viviendo, por ejemplo, el sábado pasado ante el C.D. Tenerife, en comparación con el ascenso de hace 25 años. Muy seguramente tendré poco recuerdos de toda aquella temporada pero un segundo tanto en ese partido ante los de La Plana, el final del encuentro con la consecuente invasión del terreno de juego y, por último, pisar el césped hizo que un chaval cercano a cumplir los diez años viviera su primera gran tarde de ilusión y alegría herculana. Será cierto que este club te da pocas pero grandes alegrías y, eso sí, mucho pesar pero todo se olvida cuando vuelves a recordar aquellas tardes de 1984 empezando por aquella del día del Castilla en la que el once herculano respondía al 0-2 en el marcador Dardo al grito de la afición en cada saque de esquina(¡gol, gol,gol!....y el gol llegaba en esa jugada), aquellas curiosas entradas del 84 que debí guardarme y que, por esas historias de mudanzas, se habrán perdido; aquellas victorias que se "culminaban" fingiendo ser un Sanabria o un Parra antes que un Maradona o un Schuster en un terreno de juego tras finalizar el partido de turno. Todo ello vuelve a mi memoria el día de hoy para recordar como aquel 20 de mayo de 1984 el Hércules ascendía a Primera División y yo era uno de los tantos que presenciamos aquella victoria y disfruté lo suficiente como para seguir sintiéndome herculano...toda la vida.