La palabrería tradicional de una previa- más lindando al marketing que a la información con el fin de que acuda más gente- ha dado lugar al término que ha ido aumentando su presencia día a día. El diario AS colocó al Hércules el sobrenombre de galáctico antes de jugar el partido ante el filial merengue. El periodista quería endosar al Hércules esa palabra que tanto daño había hecho al Madrid de Florentino Pérez pero el tiempo le dio la razón... para su desgracia. El Hércules ganó 0-3 pero, de haber estado afortunados, el guarismo sería de escándalo, quizás mayor que aquel 0-6 célebre en El Madrigal. El dominio fue aplastante, un golpe de efecto que seguía a la del 3-0 del Cádiz ante el Vecindario. No fue galáctico sino casi semidivino para mayor loa de ese nombre que lleva el club desde sus primeros días de existencia. Mientras que al Madrid le afectó el término, al equipo blanquiazul le vino a las mil maravillas pero con un secreto que debe seguir hasta la jornada 42: seguir tan humildes como el primer día.
La clave del éxito es no creerse que se ha hecho todo. La victoria del 0-3 debe facilitar más que complicar las cosas debido a que el equipo herculano gana en confianza mientras el rival debe temer que, durante algún momento del partido, no podrá aguantar con la puerta a cero, o sea, que el equipo rival sienta que el Rico Pérez es un fortín para el Hércules, no un lugar donde sumar los puntos sin esfuerzo. Está claro que el lema de "más hombres y menos nombres" alcanzaría la perfección si los nombres actuasen como hombres; es decir, que los Farinós, De los Santos, Tote, Galindo vean en el Hércules una maravillosa opción de regresar no sólo a la Primera División sino a su nivel que, en su día, les hizo protagonistas de las primeras planas. Si los jugadores con nombre actúan en solidaridad con sus compañeros, todo el conjunto saldría ganando. En los dos primeros partidos se ha mostrado una buena implicación por parte de estos jugadores y , de seguir así, se podrían convertir en puntales de un éxito que tarda ya una década en llegar. El deber del cuerpo técnico es lograr que ofrezcan lo mejor de su juego al conjunto, dotar de experiencia al conjunto y bien hacer.
Apunte Si la rajada de Castro fue un triste episodio, en el territorio nacional destacó la de Diego Tristán contra Caparrós. Bordalás no quiso hacer sangre, consciente de que lo que dijo Castro ha dirigido las miradas hacia el ex capitán y le ha dejado como el "bueno" en esta tragicomedia; Caparrós soltó una perla que deja a las claras la diferencia entre nombre y hombre: "El terreno de juego no engaña. Es la única verdad. Uno puede ser internacional en la cafetería, en las ruedas de prensa... pero el verde nunca engaña".
