domingo, septiembre 24, 2006

Evidente impotencia

Si existe un claro y evidente ejemplo de impotencia, ese es el de la decisión del entrenador de colocar a un central como delantero improvisado. El hecho de que Rolando Schiavi jugase los último minutos del partido a la caza de un balón para lograr el empate fue una imagen desesperante. El hecho de que Moisés estuviera fuera de la convocatoria molestó a más de un aficionado pero el delantero tampoco hubiera logrado el gol pues el fallo estaba en la medular. En el Hércules siempre pasa el mismo problema: no hay jugador que logre pensar más rápido y ejecute el pase pues ya ha visualizado el pase. Como iba diciendo, esa imagen del central esperando algún pase atinado de los jugadores de banda fue reveladora de la tensión que se puede estar viviendo en el Hércules: dos victorias, tres derrotas, nervios porque no se termina de ir hacia arriba. Poner un central en la delantera es no tener más alternativas de llegar hasta a arriba. Tampoco se llegue a criminalizar a un técnico por eso porque el "gran" técnico- para algunos, claro- Johan Cruyff era experto en colocar a Alexanko de delantero cuando las cosas no iban bien y había que empatar o ganar de forma heroica. No sería lo deseable pero las circunstancias obligaron a tal medida, producto de la impotencia por no llegar con peligro a la meta de Notario.

No mereció perder el Hércules, pero tampoco ganar. Salvo la falta bien ejecutada por Albácar ,que evitó el meta "pimentonero", y la vaselina de Xisco Nadal fueron las jugadas de mayor peligro. El Murcia no hizo mucho más: el gol y un disparo lejano de Pedro León, un excelente canterano del Murcia, que fue muy bien despejado por Agassa. El equipo estuvo flojo, acelerado pero sin ninguna precisión- como diría otro técnico, "jugaron como pollos sin cabeza"-, con inexplicables fallos en los pases. Especialmente desafortunado estuvo Farinós; Diego Mateo puso mucha voluntad pero poco más. La segunda parte, el momento para reaccionar, fue en extremo desesperante: se veía más cerca el 0-2 que el empate y eso que el Murcia inquietó poco a Agassa, más desesperado por la inexplicable lentitud de sus compañeros cuando él tenía que sacar que por el peligro de los murcianos. Otra cosa que preocupa es que hay jugadores que tienen potencia de disparo y apenas osan disparar desde la frontal mientras que Pedro León mostró gran peligro en los dos disparos efectuados; por el contrario, Montenegro no termina de "lanzarse" cuando es un jugador de gran disparo desde la frontal. Del resto de equipo, muy apagado el rendimiento de algunos jugadores, sólo el intento de no salir quemado en los pitidos de la afición intentando ofrecerse pero sin ningún resultado. La duda estará en si el equipo pagó el sobreesfuerzo del miércoles ante el Vecindario(120 minutos que jugaron muchos de los que estuvieron ayer sobre el maltrecho césped del Rico Pérez); sin embargo, las sensaciones se están repitiendo y el juego no está siendo el esperado en el feudo herculano.


Apunte Si hay algo ofensivo es atacar a los jugadores en determinados aspectos. Hacerlo del jugador rival parece entrar en un círculo admitido dentro de la rivalidad -no debería ser- mas estar diciendo insultos del cariz "saca, negro de mierda", "sudaca" a jugadores propios me parece aberrante. Respecto de Agassa empiezo a ver que poco importa lo bien que pueda hacer porque se le "perseguirá" por el fallo de Tenerife. Vergonzoso los insultos racistas de ayer.