El incidente de Eto'o el sábado pasado en el estadio de La Romareda nos devuelve el tema manido del racismo a la actualidad y siempre lleva a la gente a preguntarse sobre la xenofobia en el fútbol y que, en su mayoría, desconocen este mundo del deporte-rey. Ante todo, quiero dejar claro que, quien escribe esta columna, considera que lo acontecido el sábado fue desagradable y ojalá no se repitiera en la vida pero, como eso es imposible, será cuestión de mirar las soluciones con un problema de más, las sanciones no llevan a nada: Italia es el país que más haya podido sancionar estos temas y difícilmente evita que se eliminen esos gritos. Sin embargo, también considero que deben darse más casos para que lo ocurrido se pueda meter dentro de un grave caso de racismo y que no es lo que hay ahora: escasos y puntuales hechos que ocurren cada "x" tiempo y por tan poca gente que tildar de racista el fútbol es meter a millones de espectadores en el mismo saco que unos pocos. Desde el sábado se han leído y escuchado opiniones que se ponen en ambos lados de la balanza: los que están con Eto'o y sí admiten el racismo, como pudo ser el delantero Ewerthon o Tardelli, del Betis; en el otro están tanto Javier Aguirre, entrenador del Osasuna o Álvaro, el defensa del Real Zaragoza que consideran que es una manera más de "descentrar al rival" porque en la calle no sienten ese racismo hacia ellos. También es cierto que Eto'o cada vez pierde más los papeles y es al que más se le ataca por ello. Su cambio de opinión de un año(no hacer caso a esta gente que insulta) para otro(pedir la sanción por un año a La Romareda), esos comentarios salidos de tono y, sobre todo, aunque no tenga ninguna relación con el racismo, el salivazo a un jugador del Athletic no le da un perfil adecuado para hacer de bandera de su lucha por el racismo: ¡qué lejos quedan los tiempos de ese "gentleman" británico llamado Lineker y su buena educación, valorada por los mismos rivales!.
Encontrar una solución es difícil a un tema que surgió el año pasado con fuerza tras el partido ante Inglaterra en el Bernabeu y los comentarios de Luis Aragonés a Reyes. Una vez descartadas las medidas de sanción que no llevan a nada, queda la insistencia de ciertos medios de comunicación para denunciar todo cuanto ocurre alrededor del fútbol, sin generalizar a la afición que acude a ver un partido y animar a su equipo. Reunir a los presidentes de los clubes y hablar con ellos para que tomen las medidas que ellos consideren oportunas, ya que estos son los únicos que tienen la "sartén" por el mango. Los clubes deberían explicar ante comisión las razones por las que no han tomado las medidas que eviten tanto el racismo como la violencia. Lo que sí es un error fue la decisión de Eto'o de marcharse del partido de forma unilateral y no esperar a que el colegiado tomase la decisión de suspender el partido aunque eso les daría a los responsables de dichos actos reprobables una victoria moral instantánea, nada positivo y que les "reforzaría" a la hora de seguir haciéndolo; es más, cuando Eto'o vuelve al terreno de juego, se redobló todavía más los gritos con lo que no ayudó mucho dicha decisión. La denuncia fuera del terreno de juego es, por tanto, el mejor modo de empezar a reducir este tema que, sin llegar a considerar racista a todo el fútbol español, sería interesante empezar a disminuir antes de llegar a situaciones como las que viven los jugadores con sus propios aficionados.
Apunte Siguen las críticas ante RTVV, con carta incluida en el INFORMACIÓN, por la decisión de tanta retransmisión seguida. Aunque suena que el partido ante el Lleida sería a las nueve de la noche, hay cierto temor a que la TV3 aprovechará para que se retransmita el partido dos horas y media antes. Mientras no se sepa nada, esperemos unas horas con la esperanza de, al menos, se juegue a esa hora para que demás afición acuda al estadio.