Hace mes y medio realizaba un artículo en referencia a la valoración del primer tramo de siete partidos jugados por el Hércules en su regreso a la categoría de plata, la que no tuvo que haber abandonado en ese verano de 1999 y que tanto costó recuperar. El inicio fue positivo como se vislumbró con esos once puntos y esas buenas maneras mostradas y otras que se perciben en la actualidad- por ejemplo, en el Nuevo Castalia nadie ha vuelto a ganar desde que lo hizo el Hércules- con lo que es evidente el camino a seguir en estos próximos encuentros. Las cifras, antes del análisis pormenorizado, están claras: veintitrés puntos en este tercio de competición, gracias a dos tandas por encima de los diez puntos, que permiten ilusionar con una salvación sin problemas y disfrutar de una temporada que pocos imaginaban en agosto a poco que siga la constante de firmeza en casa y puntuar fuera si la ocasión lo permite. Como no, comparar tanto las cifras como las sensaciones de ir al Rico Pérez son totalmente opuestas en comparación con el anterior mister, de cuyo nombre no quiere acordarse ningún herculano.
El Hércules ganó contundencia en casa, logrando tres victorias y un empate, mientras que los resultados de fuera no fueron tan fructíferos como en la anterior tanda ya que no se ganó ningún partido y sólo dos puntos. El balance según sensaciones es igual de positivo. Las victorias en casa han tenido un componente de saber sufrir bastante importante: el Ciudad de Murcia(2-1) demostró tener buen conjunto, el Sporting de Gijón(3-2) mostró una cara peligrosa con Biagini remontando y una cara "penosa" con una defensa que apenas opuso resistencia, el Eibar(0-0) fue el más soporífero pero no hay que negar el gran trabajo para remontar a última hora y, por último, el Levante(3-0) fue el que menos demostró y decepcionó en gran medida. En los partidos jugados a domicilio, el varapalo de Lorca(4-0) hace dos semanas parece que puede ser positivo, al menos por las lecciones que parecen haber aprendido los jugadores, pero no hay que minusvalorar los buenos resultados de los otros dos encuentros aunque quedara la sensación de haber hecho algo más; así, en Tenerife(0-0) el Hércules se convertía en el primer equipo que puntuaba en el Heliodoro Rodríguez López tras cuatro victorias locales consecutivas mientras que el empate en el Nuevo Zorrilla ante el Valladolid(1-1) tuvo cierta sensación de haber perdido dos puntos cuando el empate de Moisés había abierto la posibilidad de ganar ante un equipo, el pucelano, que había olvidado la brújula de cara a la portería de Moso. Destaca en este tramo la capacidad de remontar(salvo en Lorca) el tanto de ventaja del equipo rival en varios de los partidos(Sporting - dos veces -, Valladolid, Eibar).
Apunte . Este Hércules se aleja de la imagen de aquel fatídico equipo de forma evidente. Entre un año y otro hay diez puntos de diferencia, más o menos, la distancia que observamos en la clasificación entre el equipo blanquiazul y el primer candidato al descenso a 2ªB.