domingo, noviembre 13, 2005

Cuando las cosas no van bien


Cuando las cosas no van bien, suelen salir partidos como los de ayer. Afortunadamente, tuvo pinta de ser ese día "tonto" en el que nada sale, los rebotes los ganan los eibarreses, no se logra atinar varios pases consecutivos o no se está acertado de cara a portería. Ayer, el fallo persiguió a varios ilustres: Cámara no tuvo su día, Castro tampoco lo tuvo hasta el extremo de que una jugada específica y sin importancia en el resultado fue bastante gráfica(un saque de banda que va directo a un jugador donostiarra, el balón vuelve a los pies de Castro que vuelve a enviárselo al jugador del conjunto visitante), Sergio marcó un gol en propia puerta y fue expulsado a dos minutos del final del partido tras cometer un penalty que nadie pudo dudar de su existencia, Sisi no logró desembarazarse de su rival de banda, etc. De ayer, pocos se libraron de la quema, destacando, por encima de todos, al portero Moso, salvador en varias jugadas, que logró detener la pena máxima cuando aún se estaba con el regusto del empate logrado apenas dos minutos antes. Por partida doble- el gol del empate en el 87' y el penalty parado en el 89'- se salvó un punto en un partido en el que vencer no hubiera sido justo pero, tampoco, debió perder ante un tradicional Eibar, un equipo al puro estilo Terrazas, que apenas hizo méritos para llevarse los tres puntos y volvió a sumar en el estadio herculano. La honradez herculana en aquel Mallorca B-Hércules(98/99) les salvó el cuello y siguen sin perder en Alicante.


Lo de ayer fue un partido que no pasará a la historia como brillante; sólo los últimos minutos del encuentro tuvieron la emoción de un resultado ajustado. El empate tuvo un sabor agridulce pues había satisfacción por salvar el resultado pero, también, un sabor amargo por no haber sumado los tres puntos que hubieran permitido acostarse la noche del sábado con el equipo en puestos de ascenso, por aquello de la ilusión. Lo cierto es que uno de los comentarios en el post-match fue considerar el hecho positivo de empatar para que se frene un poco la euforia y que el amor propio de los jugadores les haga redoblar los esfuerzos de cara a futuros partidos. Cualquier otro partido así se hubiera perdido pero ayer no fue así. El partido "tonto" se salvó con suerte pero sin perder la cara al partido en ningún momento y arriesgando(el tradicional cambio de defensa por delantero, dejando al central) en cada momento mas sin encontrar el camino del gol. El único pero fue la sensación de estar jugando media hora con el corazón y no con la cabeza.


Apunte El título le va igual de bien al encargado del marcador que tampoco tuvo su día: la alineación con la foto de los jugadores se cortó con Castro- sólo se vio la foto de Moso, el héroe del encuentro-, en un par de ocasiones se fue la imagen aunque se recuperó. Por cierto, ayer aparecieron anuncios en el videomarcador, correspondiendo a Carrefour el hecho de ser la primera marca que se anuncia, al estilo del primer spot del año.