Ese es la idea que tiene el cuerpo técnico encabezado por Mandiá: que Tarrés vuelva a ser el del Sabadell. Es un empeño que es necesario una vez que se ha podido comprobar, en sus pocos minutos jugados, que tiene un buen chut- el gol ante la Gramenet es para enmarcar- y sabe driblar bien. Es de ese tipo de jugadores que te pueden "resolver" una promoción de ascenso al puro estilo de Juan Palomo: yo me lo guiso, yo me lo como. Sin embargo, son varios factores los que hacen que no pueda rendir al 100% como lo hacía en el Sabadell y, entre ellos, su carácter, cuentan, algo introvertido y que hace que no sea el de otros años pero con la sensación de que, en algún momento, "explotará" sus condiciones. Si bien su titularidad está comprometida porque la banda derecha tiene el nombre de Sisi, uno de los mejores de la plantilla, hay mimbres para que haya un buen sustituto que no baje el nivel que ahora lleva el manchego.
Una noche recuerdo haber escuchado a Gonzalo Blanes(Ràdio Nou) como comentaba que en una rueda de prensa del anterior mister, de cuyo nombre no quiero acordarme, que afirmaba que Tarrés no jugaría más en el Hércules una vez que él se marchase. Ahora, parece que el gallego está dispuesto a recuperar al catalán con todo tipo de apoyos para que vaya alcanzando confianza y pueda volver a las convocatorias, al menos, de momento. Tarrés puede tener la confianza de que volverá a ser el de otros años puesto que está entrenando con alguien que ya tiene como mérito el haber recuperado, de una vez por todas, al mejor Vicente y eso, amigos, ya es bastante reconocimiento.
Apunte Hay una película interpretada por la excelente Whoopie Goldberg, llamada "Eddie", que es un excelente canto al tema del entrenador-psicólogo y que debería ser de obligado visionado en los colegios de entrenadores por su capacidad de ayudar a que los jugadores rindan más en una cancha.