Dos semanas han cambiado el tono anímico de la afición. Dos semanas que nos han puesto a la altura del cuarto puesto y con la ventaja de depender de nosotros en el próximo partido en tierras catalanas, lamentándonos de tantos puntos dejados por el camino y que ahora no importan porque la irregularidad no ha dado lugar al castigo de muchos puntos de diferencia sino uno minúsculo de goal-average y que se podría solucionar con una victoria exitosa. ¿Quién iba a decir que nos jugaríamos entrar en puestos de promoción a mediados de febrero? Hay que aprovechar que el equipo está tocado por algún halo que hace que marquemos de saque de esquina, Miguel esté atinado con sus trallazos desde la frontal o la recuperación de un "interior" zurdo que juega de lateral en esa banda desde que subió del juvenil en el 1999 pero que recuperó esa profundidad perdida cuando Miñambres cortó su progresión. ¡Hasta el hecho de que la gente ya se convence de que es compatible jugar con un delantero en casa, hacerlo bien, tener más ocasiones que cuando otro entrenador se obstinaba en acumular delanteros pero no ocasiones!; el equipo parece que recupera otro tono y la ilusión de la afición renace... ¿quién sabe si podemos recuperar algunos de los 2000 abonado perdidos en agosto?
En este entorno favorable es más factible pedir a la gente que capte el significado de ser herculano, que ser de un equipo no significa el desprecio a otros- sin necesidad de precisar- sino mostrar, si cabe, mayor respeto al rival sin perder la convicción por sus propios colores. No hablo de lo acontecido anteayer cuando se celebró el gol del Benidorm y gritos aclamando a los de la Marina Baja ante las caras atónitas de los aficionados de la Vila presentes en la Grada Preferente. No hablo de que no se celebren los goles del contrario(ojalá que la rivalidad quedase en eso) sino determinados gestos como atacar símbolos de forma física o virtual que en nada favorecen ni nuestra imagen(¿es que acaso somos radicales?) ni lo que defendemos(la idea de "Rico Pérez Herculano" queda mejor con un equipo camino de 2ª que haciendo pintadas en el propio feudo herculano que deseamos que sea nuestro pero apenas se cuida en ese aspecto). No es un escrito de reproche sino que veamos que desde lo positivo se pueden lograr cosas que con otra actitud no nos llevan a nada.
Sabemos dar imagen de señorío, de saber estar en las duras y las maduras. Incluso el respeto hace más "daño" que la ofensa de mal gusto y que sólo nos deja en evidencia. Ser herculanos es defender a nuestro club, querer lo mejor para nuestro club... como cualquier otro aficionado, en un juego apasionante pero que no es bueno que desboque en otras cosas que sean difíciles de parar.
Apunte. Cada vez entiendo menos los tornos y la determinación de espectadores. El partido del domingo tuvo, aproximadamente, los 6.500 de José M. Penadés(La Verdad). En esta temporada no recuerdo tanto movimiento en preferente como ayer