jueves, octubre 05, 2017

La selección en Alicante II: las sedes fijas o no



Hace unas semanas, tras la victoria ante la selección “azzurra” se llegó a plantear, más a nivel de medios de comunicación, la necesidad de crear una sede fija para los partidos de la selección. Justo es reconocer que se fueron reduciendo las pretensiones para limitarlo a determinados partidos. Con el tiempo, de forma tácita, algunos partidos importantes se acabarán disputando en estadios como el Santiago Bernabéu o el mismo Wanda que Cerezo aportó como opción. Es entendible que sea de esa forma…sin  considerarlo como sede única. Aunque hace años hubo futbolistas partidarios de una única sede, al menos es acertada la decisión de no establecer un lugar fijo y sí desplazarse por el resto del país, como modo de conseguir llevar a la selección  por todas partes de España.  Cada país, según su idiosincrasia, decide  jugar los partidos oficiales de clasificación en un determinado campo o rota para que el resto de país se sienta más unido.


Afortunadamente, España dejó la sede fija de Sevilla para partidos oficiales hace bastante tiempo. Tras varias fases clasificatorias(tres de Mundial-1986,1990 y 1994- y dos europeos-1988 y 1992)  en la que la sede se repartía entre el Benito Villamarín y el Ramón Sánchez Pizjuán, la primera vez que se fue de tierras hispalenses, era para jugar ante Chipre en el nuevo campo de los Cármenes, en 1995. Se abrió, desde entonces, la mano para disputar partidos de verdad en otras ciudades. Aunque los amistosos eran propicios para ir a los rincones de España, el premio de ser sede de un partido ya de tipo oficial daba algo más de estatus. Desde entonces, la RFEF ha ido dando sedes diferentes en función de la entidad del rival, buscando que los decisivos  se acaben disputando en campos que permitan más presencia de aficionados por los puntos en juego(no es queja, es entendible), dejando otros rivales menores a campos más fáciles de llenar por su aforo o por la situación deportiva de los equipos locales, que son menos afortunados por no ver a la élite cada quince días. Seamos realistas, no veo un estadio Santiago Bernabeu llenándose en un España-Liechtenstein pero sí en León. Alicante se une a la mencionada León, Granada, Gijón y Madrid como las sedes del clasificatorio del Mundial 2018. Irónicamente, el estadio José Rico Pérez hubiera sido sede de haber prosperado esa opción de Mundial conjunto con Portugal en 2018.


Ojalá, cualquier cambio que ocurra en la dirección de la RFEF mantenga esta rotación de partidos oficiales a lo largo de un país eminentemente futbolístico.


Apunte. Aunque será propio de un artículo cuando marche la selección de Alicante y pasado un tiempo, no voy a negar que hay un enfado justificado en el herculanismo debido a un mal uso de su “nuevo logo”.