Sin duda es la palabra de moda, de un tiempo a esta parte, pero es que así me he sentido al ver en el periódico deportivo de turno, que al Atlético de Madrid no se le sancionará por los cánticos que se escucharon, en tono de mofa y befa, sobre la muerte de Antonio Puerta en el partido que se disputó contra el Sevilla, en la jornada 7 del Campeonato Nacional de Liga. El motivo, vergonzoso, “no se ha podido identificar a los autores”, increíble…como si de tratarse de un cántico racista, eso tuviera alguna importancia, es más, si al Atlético de Madrid, se le hubiera impuesto algún tipo de sanción, ya veríamos, si se afanaban en proceder a su identificación.
No sé qué está pasando en el deporte, en la sociedad en general, donde la gente está literalmente embrutecida, y confunde lo que es una rivalidad deportiva; con comportarse como un salvaje , o realizar cánticos que sólo reflejan lo miserable que se puede llegar a ser .
Pero siempre queda lugar para la esperanza. Esta semana, Alicante se ha visto literalmente invadida de aficionados escoceses, que han tenido un comportamiento ejemplar. Muy ruidosos, sí, pero en ningún caso han protagonizado acciones violentas tipo “hooligan”, y se han limitado a lo que consiste el fútbol: a animar a su equipo. Qué bonitas las fotos que muchos de ellos se han hecho con aficionados españoles, ataviados con su tradicional kilt. Con aficiones como esas, que vengan las que quieran.
El próximo sábado, Alicante acoge el derby contra el Deportivo Alcoyano, y espero que el comportamiento de ambas aficiones sea ejemplar también; piques sanos, los que se quieran, pero que se note que el fútbol es un deporte, al que la rivalidad bien entendida es lo que lo hace grande. Macho Hércules