La furia española, surgida a partir del saqueo de la ciudad de Amberes en el siglo XVI, tuvo un segundo episodio algo menos "beligerante" en los inicios del siglo XX. El fútbol, que bien podría ser la traslación de dos bloques que pugnan sobre el terreno en pos de la victoria, aportó esa nueva idea cuando Belauste dijo "A mí Sabino, que los arrollo" en un jugada que sirvió para vencer a Suecia durante los Juegos Olímpicos disputados en la ciudad belga en 1920. Desde entonces, la "furia" ha acompañado a la selección española para bien o para mal. Sólo a finales de de la década pasada, tras el triunfo en Viena logrando la Eurocopa de 2008, modificó su nombre para llamarla "la Roja". Cierto es que muchas selecciones utilizan sus colores para llamarse así : la "bleu"(Francia), la "azzurra"(Italia), la plavi(Serbia), la "albiceleste"(Argentina),la "tricolor"(Méjico),etc . En el caso de España, la "Roja" les asimila con Chile que adopta el mismo nombre cariñoso a su selección. Lejos queda el apelativo anterior (La furia española), la imaginación camerunesa(Los leones indomables) o las Super águilas(Nigeria).
Un aspecto para renegar mediáticamente de la "furia española" es que ésta apela a conceptos alejados del actual "tiqui-taca". España ha tenido desde hace muchos años(pongamos que hace seis décadas, desde Brasil 1950) con jugadores de "estilo" como fueron Di Stefano(1957-1961); Kubala(1953-1961), Luis Suárez(1957-1972),Peiró(1956-1966), con jugadores emblemáticos como Arconada, Juanito, Zamora, Míchel y un largo etcétera de futbolistas con mucho juego de toque y, sin embargo, no se había perdido ese apelativo que, ahora mismo, lo podríamos denominar como "furia estilizada".La selección española nos ha aportado episodios poco agradables(hasta 1978 era errática su presencia en Mundiales pero lleva 9 fases finales consecutivas), otros positivos(los títulos y algunos triunfos determinados que marcaron una época) pero, sobre todo, nos ha aportado verdaderas hazañas como aquel 5-1 ante un gran Dinamarca que era una de las favoritas en 1986 tras la primera fase excepcional de los nórdicos; otro recuerdo grato fue aquella ante Alemania en el Europeo de 1984 cuando se vencía en el último instante y se evitaba la eliminación en su grupo de clasificación; sobre el 12-1 ante Malta, todos sabemos que supuso un buen momento para no olvidar. Victorias, algunas, en las que se apeló a la garra como en 2000 cuando, en cuatro minutos finales, se revertió un 2-3 ante Yugoslavia para convertirlo en 4-3 con balones a la olla...saliendo de las botas de Pep Guardiola.
También es cierto que ya ha pasado la época de la épica: ya gana Contador los tours o Induráin en su momento, pero la gente aún recuerda con cariño ese tour ganado por Perico Delgado en 1988; los triunfos de la selección española de baloncesto pero aún guardamos en la memoria cuando esa España de Díaz Miguel vencía a la terrible Yugoslavia en los juegos Olímpicos de Los Ángeles(1984). Éxitos que ahora llegan gracias, hay que reconocerlo, a una verdadera apuesta por el deporte en este país. Ahora se impone una nueva forma de ganar, con más calidad, con más técnica pero ello no obsta para recordar cuando se ganaba con el corazón.
Apunte El próximo domingo jugará el Hércules CF en la ciudad de Guadalajara, en el estadio Pedro Escartín ante un club ilusionado. Un éxito que llegó de las manos de Carlos Terrazas, ese tipo de técnicos que dudo que llegue a entrenar en Alicante pero que tiene una buena fama de entrenaodr aguerrido.Eso sí, los cuatro últimos encuentros contra el Hércules no fueron positivos para el entrenador vasco, perdiendo en la vuelta del Burgos(2002/03), los dos encuentros ante el AD Ceuta ante el once herculano dirigido por Mandiá(2004/05) y la derrota en Ipurúa(0-3) en la 2006/07 antes de ser cesado en la 18ª jornada.
