Un disparo letal desde la frontal del área fue suficiente para lograr una victoria quizás oscura por los méritos mostrados pero que ha sido suficiente para lograr, por tercera ocasión consecutiva, recibir a un equipo de los de la élite, la liga de las estrellas. Tras el Real Zaragoza y el Athletic de Bilbao vendrá otro rival para probar al conjunto alicantino que, a pesar de caer eliminado, muestra una buena imagen en los encuentros de casa(sendos empates con ventaja inicial) pero cayendo fuera. El encuentro no fue nada bonito. Lleno de imprecisiones, casi se puede decir sin faltar a la verdad que el disparo de mayor peligro herculano fue…el del gol. El Girona se topó con un buen Unai que, de más a menos, defendió bien la puerta herculana y evitó una prórroga tan infumable como peligrosa; también se encontró con la cruel madera del poste en una falta bien ejecutada. El club catalán atacó con orden y movimientos pero tuvo, de principio a fin, el mismo problema: bastante romo fue el equipo ante el cancerbero vasco. Tras un buen inicio de competición, el club rojiblanco empieza a echar de menos a Miki Albert, su delantero de nivel en los dos últimos años.
Por parte herculana, el encuentro no fue bueno. Costó hacer jugadas de peligro. Mantuvieron el control del esférico en la parte final de la primera parte pero llegar hasta Rubén Navarro fue casi imposible. Ni por bandas(Gerardo desaparecido y Bautista que es más lateral que interior) ni por el centro se llegaba con claridad hasta el delantero tras un inicio dominado por los catalanes. Se notaba tanto la falta de ritmo que se echaba de menos al colombiano Abel Aguilar y Farinós. La línea defensiva se tenía que esforzar porque llegaban los visitantes con facilidad hasta el área. Con el inicio de la segunda parte se vislumbró un intento por controlar el mayor balón y disponer de varias ocasiones. El disparo de Morán aportó una muestra de querer congraciarse con la afición pues tras el 1-0. Inmediatamente se produjo un cambio insospechado: Tote por Abraham Paz y bajaba Rodri a ocupar su puesto. Sin embargo, dos tarjetas consecutivas al central César obligaban a Mandiá a recomponer la defensa con la entrada de Sergio Fernández en el centro de la zaga. Con Sendoa a la derecha y Tote arriba se buscó un intercambio de golpes en el que el Hércules pudo haber logrado el 2-0 con la misma facilidad que los gerundenses el empate. Media hora en la que jugar con diez hizo de la victoria algo un poco más épico de lo que fue. El juego quizás no fue bueno y el único problema que se atisba, si se quiere ver, es que hay una diferencia clara entre el equipo A y el equipo B a partir del jugador “trece” porque el doce es, sin duda, Morán, quizás el mejor jugador de banquillo al día de hoy. Por lo demás, discreta actuación de algunos de los suplentes(Gerardo, Expósito, Carril, Cámara) pero que espero sigan esforzándose porque su papel sigue siendo fundamental.
Apunte El viernes será el sorteo para la siguiente eliminatoria. Ojalá haya suerte y el Valencia CF puede pasar por el Rico Pérez. Hoy por hoy, lo mejor será irse de la competición con una buena taquilla, que creo que será factible si ambos clubes llegan a ese encuentro como líderes de la clasificación, y poder prestar atención a la competición capital.