Casi hasta se puede decir que se le va a echar de menos, al menos en la rueda de prensa. Porque el de Portosín fue cesado tras una racha insoportable que le ha llevado el cese. Puede parecer raro que un aficionado de un club rival deportivo puede decir eso pero, ante todo, somos aficionados activos al fútbol(ir al estadio cada dos semanas y seguir al equipo fuera por cualquier medio…mediático) y hemos vivido en nuestras carnes esta sensación de ver cómo el objetivo se va alejando día tras día, que los rivales no le tienen ni un atisbo de respeto a tu equipo, que el abismo se abre a tus pies. Aunque un aficionado franjiverde desee la derrota herculana o el herculano la del Elche, ambos nos entendemos para afirmar que es una época odiosa… porque una cosa es desear que esté detrás en la clasificación y otra desearle el descenso. Si lo desean será su “problema” pero seguro que del Elche habrá gente que piense lo mismo que yo.
Pero a lo que iba. El duelo contra el Elche sigue siendo tan peligroso como si no estuviera colista el equipo ilicitano. Toda la rivalidad entre ambos clubes recorre medio camino de motivación mientras la presencia del nuevo entrenador ilicitano en Alicante(a no ser que la presencia de Claudio no sea tan provisional) hace el resto. La falta del técnico gallego del Elche en la banqueta quita cierta gracia y también cierto miedo porque, a pesar de la victoria herculana del pasado junio, el Elche había vencido tres derbis de forma consecutiva y eso siempre sirve de confianza para el equipo que vencía. El Hércules tiene ante sí una opción seria de seguir adelante. El buen juego por una parte y la practicidad cuando no salen las cosas de forma brillante son dos buenos ingredientes ante un rival que necesita los puntos como el comer; en esa tesitura, la necesidad será una doble arma que les puede hacer salir motivados pero también inconscientes del peligro como se vio el domingo pasado en el penalty en contra ante el Celta de Vigo, absoluto absurdo cuando ni era necesaria la falta dentro del área, sino que, además sólo era cuestión de esperar porque el rival salía del área grande hacia el saque de esquina. Errores así penalizan cualquier esfuerzo por salir a ganar. Si el equipo blanquiazul es “listo” y “paciente” la victoria debería ser cercana a los intereses herculanos…siempre que no se pierda la humildad y el esfuerzo.
Apunte Al final se acabará por no aceptar a aficionados rivales en las gradas. Tanto las sanciones al Espanyol por las bengalas lanzadas desde la afición culé como la de tres partidos al Atlético por los disturbios ocurridos entre la policía y la afición marsellesa muestran ese peligro que al club colchonero le va a privar, salvo milagro, de no ver a su equipo en su campo en los próximos encuentros de Champions.