Tres puntos para romper una mala racha, tres puntos para evitar problemas a nivel clasificatorio…y de vestuario. La semana ha sido tensa y la culminación, para bien o para mal, en Eibar, mal sitio para buscar una reconciliación con la afición. Poco importa la condición de recién ascendido del equipo vasco: dos victorias por 0-1(97/98 y 2005/06) ha sido lo mejor que ha conseguido, eso sí, en escasos seis encuentros que han jugado ambos rivales. El Eibar es y será un equipo antipático para el Hércules, un rival que ha sido incómodo en cada encuentro jugado. Ganar el partido está siendo ya fundamental y eso da un toque más de tensión: no es lo mismo salir a ganar cuando las cosas van bien que cuando van mal. Además, el episodio del chárter, salvo que se haya arreglado, puede dar ese plus indeseado de ver a jugadores que han metido en un buen charco…y encima tener la sensación de que si hacen un buen partido muchos lo pueden achacar al deseo de no tener que pagar el medio de transporte más que por el deseo de ganar a un Eibar que quiere volver a ser el de siempre: ser el referente de segunda en número de temporadas consecutivas-en su primera etapa estuvo 18 años consecutivos- y a fe que lo está consiguiendo: tiene un punto más que el Hércules, lleva tres partidos sin perder en su feudo y marcando dos goles en cada uno de esos encuentros.Sin más ambición que permanecer otro año más en Segunda tienen una oportunidad de seguir sumando a costa de este Hércules perdido en un juego erróneo.Por ello, jugar en Eibar era el peor sitio, si bien, la situación del club hubiera necesitado otro rival…pero no se puede jugar todas las jornadas con un Albacete o un Granada 74.
Tampoco ayudan las circunstancias: el equipo va a tierras vascas sin Blas Pérez, rompiendo la idea inicial de Goikoetxea de querer jugar con dos delanteros ya que, sin el panameño ni Piti, la relación de delanteros se limita a Rubén Navarro. Las ausencias que posiblemente suenan son las de De los Santos, Mariño, Montenegro, Llera y Graff que cederán sus puestos a Rodri, Sendoa, Tote, Sergio Fernández y Albacar. Esa revolución era imprescindible. Con el uruguayo sobre el campo, el equipo se ha resentido con un jugador que, bien, no tiene que crear juego pero que no recupera muchos balones-al menos, Rodri, en esa faceta rinde algo más-; con el argentino se puede perder llegada pero poco se puede hacer cuando se le lleva de un sitio para otro sin pisar el que le corresponde como mediapunta: ni es organizador del juego, ni interior, es un jugador que, al menos, en el Córdoba tenía más facilidad para el disparo desde la frontal-sin embargo, su sustituto será más propio del puesto que ocupa(Sendoa) Tote suplirá a un desacertado Mariño al que aún le falta adaptación al fútbol europeo…o que el entrenador de turno sepa sacarle rendimiento a su tipo de juego pausado; el defensa Llera cumple de cara a la portería rival pero defendiendo no está logrando convencer a la parroquia- Sergio, sin estar como otros años, sigue siendo el defensa fiable de siempre-; por último Albacar suple a un Graff que ha sido el mismo jugador sobrio que llegó. Además de los citados y los habituales titulares(Unai, Juanma, César, Farinós mientras no ha estado lesionado, Cámara) deberán lograr los tres partidos para alcanzar los 20 puntos. Como ya comentó Valentín Botella, el objetivo es alcanzar los 50 puntos, pensar en la permanencia y llegar al primer tercio de competición con el 40% cumplido; sea como sea, suena a fracaso dicha frase que le pone al mismo nivel…que el Eibar.
Apunte A la noticia de que el club iba a crear una línea de ropa para lograr ingresos atípicos, a uno le queda la sensación de que les ha faltado rematar la faena con una marca propia para el primer equipo y categorías inferiores.