C) Plantilla
Poco se puede decir de bueno en esta plantilla. Sólo unos pocos han merecido una buena nota pero, por lo normal, han sido más las decepciones que los aspectos positivos.
Porteros: La portería herculana sólo ha estado bien defendida durante la presencia de Aragoneses. El cancerbero madrileño fue responsable de que, durante unas semanas, el equipo aspirara a cotas altas pero la detección de su enfermedad acabó siendo un palo anímico. Si bien volvió a falta de ocho jornadas para terminar, no ha conseguido ser el de antes…aunque es comprensible por la pérdida de ritmo. Con todo, su profesionalidad durante esos aciagos días fue objeto de merecido aplauso. Los demás porteros no lograron alcanzar a Aragoneses. Agassa fue de más a menos: en la pretemporada parecía que su titularidad era segura pero los discretos encuentros acabaron con el togolés en el banquillo. Con la ausencia de Aragoneses fue la primera opción pero un catastrófico encuentro ante el R. Madrid Castilla acabó con su presencia bajo los palos a pesar de haber dejado la puerta a cero en La Rosaleda en la semana anterior. Falcón fue el encargado de defender la portería herculana durante el tiempo que Aragoneses estuvo fuera de las convocatorias, aparte de los dos encuentros mencionados antes y jugados por Agassa. Su inseguridad acabó por hacer perder la confianza de los aficionados hacia él y que acabaron contando las horas para que Aragoneses jugara su primer encuentro desde aquel último en el Martínez Valero. Acerca de Rangel, nada que decir: 0 partidos jugados, 0 goles.
Defensa: Si bien no me considero defensor de un jugador como Rolando Schiavi, hay que reconocer que se ha perdido parte de la seguridad de la primera vuelta cuando el argentino marchó hacia tierras sudamericanas. También es cierto que no hubo un suplente en condiciones de defender bien. Lo curioso es que hubo una desestabilidad en la zaga cuando no había nada que augurara dicha situación. Se preveía una pareja estable Sergio-Schiavi y con la presencia de Aaron Galindo como tercer central y posible lateral derecho mientras que Urbano partía como central que apenas jugaría ante la presencia de dos “grandes”. Sin embargo, la falta de adaptación del mejicano, la escasa conexión con el público por parte del argentino acabaron con ambos fuera del club y con Urbano aupado, sin quererlo, como titular junto a Sergio. Se apostó en el mercado de invierno por dos paraguayos como Irrazábal y Líder Mármol pero ambos acabaron por no rendir lo suficiente para continuar-en el caso del central, destacó más por cuestiones extradeportivas(tanto el positivo por alcohol como aquella dieta a espaldas del cuerpo médico)-. Se perdió seguridad por falta de acertar con la pareja adecuada a Sergio. En los laterales, por parte izquierda, tanto Graff-bastante sobrio- como Edu Albácar rindieron bien; por parte derecha, la baja de Castro dejó cojo el puesto, recurriendo a Mantecón durante unas semanas, Redondo y, en un par de ocasiones, el otro paraguayo.
Centro del campo: Si hubo una línea inestable en esta temporada fue en la línea medular. Nadie consiguió tener la capacidad para merecerse la titularidad continua: De los Santos y Farinós se llevaron la palma en cuanto a críticas se refiere y no consiguieron convencer a pesar de su procedencia. Turiel se mostró profesional pero tampoco logró ganarse a pulso su permanencia en el plantilla mientras Diego Mateo era más parecido al Guadiana: se le veía activo en partidos mientras en otros no logró destacarse y acababa perdido en cuanto no conseguía combinar con los delanteros. Montenegro decepcionó en la faceta de llevar el balón(no es un recuperador nato) hacia arriba pero le salva la faceta goleadora, a pesar de que no ha sido su mejor año en lo que se refiere a goles. Quien ha pagado el pato de la inestabilidad fue Mantecón, ya que el madrileño no conseguía entrar en el once con facilidad y cuando lo hacía era para cumplir en su puesto de lateral derecho. Prometía por ser el jugador que tenía calidad para llevar el balón hacia delante pero no logró hacerse con el puesto.
En los puestos de volantes o interiores, había unos planes prefijados que han acabado rompiéndose en fragmentos: Sendoa y Benítez por la izquierda, Kike Mateo y Juanlu por la derecha. La evolución de la temporada llevó a un ostracismo inicial de Benítez, fulgor durante un mes y despedida insólita cuando el jugador anunciaba su deseo de poder descansar debido al cambio de su status de no jugar un minuto a salir de titular con la llegada de Uribe; otro que decepcionó y bastante fue Kike Mateo. El murciano se tiró piedras a su tejado, mostrándose afectado por no renovar- no se sentía “valorado”- en vez de intentarse ganar la renovación o, en todo caso, que algún equipo le ofreciese un buen contrato. Sendoa fue de menos a más y artífice de alguno de los goles brillantes de esta temporada. Por último, Juanlu no lo hizo mal pero algo le hará perder los papeles a poco que no lo arregle: le falta algo más de cabeza, algo anárquico, no consiguió nunca una línea de estabilidad si bien este tema pueda ser objeto de trato en lo referente al cuerpo técnico. En diciembre llegaba Carmelo. El canario sigue la misma estela que Juanlu; quizás con más calidad que el cordobés, también es igual de anárquico. Lo negativo que pesa del rendimiento del interior ex levantinista fue sus dos expulsiones casi consecutivas.
Delantera. Llegó Xisco Nadal, se fue antes de terminar la Liga y sin marcar un gol; llegó Piti y, habiendo marcado pocos goles(dos de Liga más dos de copa) acabó yéndose a Vallecas; llegó Calandria pero le costó sudores la titularidad y no consiguió convencer a la afición con un aire tímido. Tote fue otros de los grandes fichajes, capaz de lo mejor(el gol al Valladolid por toda la escuadra fue un prodigio técnico) y de lo peor. En definitiva, llegaron varios delanteros pero Moisés acabó siendo máximo goleador de nuevo. Diez goles que no le han servido finalmente para renovar.