domingo, marzo 04, 2007

Desesperación continua


"Moisés pide insistentemente el balón"


Hoy se ha visto la diferencia entre un equipo que tiene un sueño y otro que ya no tiene ni motivación. Así de escueto podría ser el resumen de un encuentro en el que la impotencia local se acrecentaba con el paso del tiempo mientras el Almería recordaba, en parte, a ese Hércules campeón de la temporada 95/96: una defensa segura y que cree en sí misma, un centro del campo convincente y una delantera que, cuando ha tenido la ocasión, la ha ejecutado. Ante ellos, el Hércules sigue su patrón de las últimas semanas: defensa endeble(salvo Sergio y no tenía hoy el día afortunado), centro del campo inexistente(Farinós y De los Santos han demostrado las razones de su casi inactividad en los últimos tiempos) y una delantera que sólo se espera por alguna genialidad de Tote, Carmelo, Piti o Sendoa. Hoy, por ejemplo, esos cuatro jugadores han saltado al terreno de juego pero el estilo sigue siendo el mismo. De nada vale sacar cuatro jugadores de nivel ofensivo si el centro del campo es inexistente. Dos jugadores que están haciendo bueno a Turiel, que no será un prodigio de calidad pero sí de entrega. Hoy ha sido un continuo recital de silbidos y, directamente, insultos hacia los dos mediocentros titulares: "acabados", "no dan ni un pase bien", etc. El ejemplo fue el segundo gol: centro irresponsable de Falcón a Farinós, éste pierde la pelota en el pico del área grande, el esférico robado por el interior del Almería llega a los pies de Uche que ejecuta a Falcón. El valenciano decía en esta semana que no se debía vender humo y que se debía mirar más abajo que arriba; pues bien, él ha facilitado bien la tarea.

El encuentro como tal ha sido similar a muchos de los jugados contra los equipos aspirantes a subir: un equipo contra un conjunto de individualidades que, cuando coinciden los astros hace un buen encuentro mas creerse que ya está todo hecho es un error. Las victorias que se han logrado se han hecho siguiendo esos parámetros: estar afortunados delante de portería pero, en muchas ocasiones, el fútbol no era el más adecuado para como está configurado el equipo. Quizás, el hecho diferencial pueda ser la ausencia de Aragoneses pero, no se sube con un portero sino con algo más. El Almería apretó cuando debía de hacerlo y lo hacía, a ocasiones, con un buen juego- brillante una jugada basada en triangulaciones que hicieron -, pero también con la confianza de quien sabe que aprovechará en cuanto pudiera. Sendoa estuvo más voluntarioso de lo normal y su ausencia en la segunda parte agravó la capacidad ofensiva del equipo que, en la media hora final, fue un quiero y no puedo. Las jugadas se perdían nada más llegar a la zaga visitante. Como aconteció ante el Castilla, marcar el 0-1 ya era suficiente para dar por hecho una derrota... salvo que dicho equipo tirara por la borda su ventaja: el Tenerife no fue ambicioso y perdió, el Almería sí que lo fue y no se echó para atrás tras el 0-1. La próxima jornada ante el Cádiz puede ser el inicio del recuerdo de aquellos días en los que se escuchaba el transistor a la espera de que los perseguidores perdieran. Todo a la espera de llegar a la fase de estar sin motivación ni ilusión ninguna: en medio de la tabla.

Apunte Cada semana se está viendo más factible la posibilidad de que el encuentro ante el Castellón sea el primer set-point fundamental para alejarse de ahí abajo. Hoy por hoy, soñar con puntuar en Cádiz comienza a ser una quimera.