domingo, julio 10, 2005

Cuando no hay implicación...


El pasado miércoles por la tarde, la Audiencia Provincial desestimaba el recurso que interpuso el club por la anulación del convenio de la suspensión de pagos que fue solicitado ,en su día, por Jesús Emilio Díez de Mier, Txutxi- a través de la sociedad Leimarsport BV- y por Servicésped. No voy a entrar en complejos temas legales ya comentados por diferentes personas, sean consejeros o aficionados a través del foro, sino que me quiero referir a la implicación del propio jugador vasco, procedente del Badajoz, a lo largo del tiempo que vistió la camiseta herculana. No habrá crítica en lo que se refiere a cobrar sus emolumentos pero sí hacia quién decidió una ficha elevada para un central que iba a jugar en 2ªB con sueldo de jugador, como mínimo, de 2ªA y que va a llevar a una situación compleja, grave(pero no tanto como si se hubiera quedado el equipo en 2ªB) debido a que la suspensión de pagos de hace dos años se hizo como medio de negociación de la deuda pública y esta anulación deja en papel mojado todo acuerdo con las instituciones públicas en la negociación de la deuda pública, auténtica carga que tiene el club.

Pero a lo que íbamos a tratar. El central llegó en diciembre de 2001 procedente del equipo pacense. Jugó unos partidos de forma eficiente y contundente y la afición le veía como posible valladar hasta que llegó enero, es decir, un mes después, y el jugador comunicó que tenía una oferta de un equipo de 2ªA- si no me equivoco, el Xerez- y pidiendo subliminalmente, un aumento y renovación. Hubo un tira y afloja con Ortiz hasta que el constructor decidió que siguiera en el Hércules. Esa temporada 2001/02 la realizó de forma correcta, si bien había reducido su nivel en la parte final. El primer divorcio con la afición llegó el día ante el Terrassa, en tierras catalanas, con un incidente con la grada. Luego siguieron otros penosos espectáculos en una temporada, la 2002/03, que fue la última que jugó con la camiseta blanquiazul ya que se le apartó a final de dicha campaña futbolística tras observar que en año y medio apenas había jugado bien en ese famoso mes de diciembre. Después llegaron los tribunales donde el jugador recibió algunos "palos", sobre todo, a la hora de denunciar el desprecio del club hacia él, obligándole a entrenar sólo, sin ir a pretemporada y demás quejas que fueron desestimadas. El Yeclano le salvó del ostracismo lo justo para poder volver al Rico Pérez y realizar gestos hacia la directiva y afición que le reprochaba lo que había hecho contra el club. El resto es conocido. Ahora, dicho auto debe enmarcarse en el club para que no se vuelva a repetir otra actuación como ésta. El club debe estar alerta a este tipo de jugadores y dejarles claro si están implicados o no. Esto es, que si algún jugador tiene ofertas en mano, el club debe dejarlos marchar porque renovar a alguien que no está implicado, es volver a repetir la misma historia una y otra vez.

Apunte En caso de que se contrate a Moisés García se dará una curiosa situación: los dos hermanos, Edu García y Moisés, habrán vestido la camiseta herculana tras la del Elche... y sin coincidir.