Los aficionados al fútbol suelen tomar del club de sus amores varias facetas. A uno le puede gustar los esquemas del fútbol, adivinar los cambios que efectuará el entrenador; a otro le puede apetecer todo lo referente a estadísticas y referencias históricas y, por último, pero no por ello incompatible, los que disfrutamos de todo cuanto influye en el fútbol: estados de ánimo de futbolistas y afición. Yo empecé a aficionarme a esta faceta del "factor humano" por aquella anécdota que se dio en un partido Horadada- Elche, cuando el entrenador se encargó de escribir misivas a los jugadores, motivándoles individualmente de la importancia del "match". Desde entonces, trato de observar a los jugadores por su garra, por su evolución en los buenos y malos momentos,etc. Para ello me remito a dos comentarios de anteriores artículos: en el primero, escribí sobre la diferencia entre "quemar el balón en las botas", habitual en una época difícil, y el "gusto por el balón" cuando el jugador disfruta, arriesga, "experimenta" puesto que su confianza es plena; por otra parte, en un "Apunte" recomendé el visionado de la película "Eddie" de W. Goldberg y observar como el equipo que ella entrena va mejorando a medida que ella deja de ser entrenadora y se convierte en "psicóloga".
Tampoco quiero olvidar el aspecto que, además, da nombre al artículo: las cifras. Una primera vista nos revela a un equipo que es el mejor de la segunda vuelta en este grupo III, un entrenador como Mandiá que ya ha cumplido una vuelta sumando 36 puntos y tres derrotas; en media vuelta, el entrenador gallego ha alcanzado las siete victorias en casa que alcanzó Granero en toda la temporada 2003/04. La historia también ayuda a ser optimistas: este Hércules 2004/05 es el mejor de esta segunda etapa en 2ªB superando en un punto la marca de aquella primera temporada de Manolo Jiménez con lo que la promoción es un sueño más cercano y factible. La mejor demostración del buen momento es que es una ilusión que dura aún cuando, en años anteriores, el sueño se desvanecía con la llegada de la primavera- once puntos más que el año pasado- y la afición iba reduciendo su presencia en el estadio. Pero no olvidemos, la afición ignora estas estadísticas si el equipo no transmitiese; sin embargo, si hay espectáculo, ocasiones y emoción, la gente acaba pasando por taquilla o, como se ha demostrado en la semana pasada, adquiriendo los famosos "mini - abonos".
Apunte Lástima de esas cuatro "maderas" que se encontraron los delanteros herculanos pues la "manita" hubiera sido de escándalo y no el pírrico uno a cero.