jueves, noviembre 22, 2007

Por tierra o aire

Si las cosas ya estaban torcidas con una racha para tener en cuenta(una victoria en nueve partidos), con una visita peliaguda a un campo que, antaño, era complicado para el conjunto blanquiazul, la polémica del viaje a tierras vascas puede provocar unos efectos secundarios negativos, quizás en forma de ruptura de del vestuario. Según la noticia publicada en La Verdad(J.F.Millán) La directiva sopesa obligar a la plantilla a pagar el vuelo a Eibar si no da la talla” daba a entender una división peligrosa en el vestuario. Todo comienza con que el viaje a Eibar iba a ser en autobús, un viaje largo; posteriormente, un grupo de futbolistas le sugerían que el medio de transporte fuera el avión, vía chárter. Tras unas negociaciones, el club accedía al chárter; eso sí, el coste lo pagaría el consejo siempre y cuando se gane en Eibar o empatar realizando un buen partido; de lo contrario, la plantilla pagaría una cantidad menor(la diferencia entre el autobús y el avión). Con el acuerdo se cerraba el primer núcleo conflictivo: convencer a la directiva, bastante enfadada con la trayectoria deportiva, para acceder a un viaje menos duro. Lo que envuelve a esta cuestión es lo que puede llegar a ser grave: la relación entre los jugadores por este hecho ha mostrado una primera grieta que ha aparecido en el exterior.

En sí, es lo que más preocupa de esta situación: un grupo que se toma la libertad de tomar una medida sin contar con otros compañeros. La situación es que si ya se percibían diferencias de actitudes entre jugadores, la acción realizada puede provocar más daño a un vestuario inestable-Piti ya se va del barco- con gente más implicada que otra. Es difícil barruntar quién ha tomado la decisión de saltarse el “vestuario” para esta decisión pero conlleva unas consecuencias a tener en cuenta. Lo sencillo y lo mejor hubiera sido que dicho grupo hubiera concretado con el resto de sus compañeros la petición del chárter al consejo, dialogarlo al menos. En el enojo de dichos compañeros, que preferían el autocar al avión, habría que calibrar en qué parte está el hecho de que se les hubiera pasado por encima. El resultado, por mediación del Consejo de Administración, ha resultado ser un modo de motivación extra: si los jugadores no quieren costear el avión deben ganar o hacer un buen partido; en caso de perder, varios jugadores se recordarán mutuamente este episodio. El Consejo, sabiendo que esto es casi como una “prima en especie”, accede porque piensa que será positivo para obtener un buen resultado en Eibar. Otra cosa es si será beneficioso o “pan para hoy y hambre para mañana”. Lo más sensato hubiera sido no haber accedido a esta pantomima que puede dañar al grupo; lo mejor hubiera sido decirles que el viaje se haría en autobús y que el chárter, a parte de viajes inevitables, lo tendrán cuando “ se lo merezcan sobre el terreno de juego”.

Apunte Inglaterra culmina el desastre de las Islas del Reino Unido: aparte del modesto Gales y la venida a menos Irlanda, Escocia se quedó con un palmo de narices tras liderar su grupo ante Francia e Italia, Irlanda del Norte sorprendió manteniendo opciones de ir al Europeo hasta última hora e Inglaterra se une al desastre con una eliminación dramática: el wembleyazo se llevó por delante a McClaren.