martes, mayo 08, 2007

El precio de la sinceridad

Tres puntos de quince posibles, a cuatro del descenso, es un lastre que se percibe en los jugadores blanquiazules. Salvo el día del Numancia y del Sporting, en el que el triunfo era merecido, las derrotas de Albacete-quizás el peor partido de la temporada y Las Palmas, además del empate ante el Ciudad de Murcia, están dejando un poso de nerviosismo en el entorno, acrecentado por el hecho de que, tanto castellonenses como ilicitanos se han puesto por delante. El juego no ha sido positivo y los resultados han ido a la par. La tensión se percibe en diferentes grados: la afición no anima como tal sino que está tensa, a la espera de que se le ofrezca juego, mientras que los jugadores se muestran imprecisos en el pase y sólo un golpe de amor propio de los de siempre(Tote o Moisés) impide que el varapalo sea mayor. El sábado pasado se vio a un centro del campo que no conseguía zafarse del entramado que Oltra plasmó sobre el terreno de juego: Farinós, Diego Mateo y Mantecón no conseguían conectar con Calandria y el argentino apenas destacó. En la segunda parte se tuvo que apostar por Tote y Moisés(en lugar del central Urbano, tras recibir el 0-1). A falta de cinco minutos se salvó un punto que pone al club a tiro de los cincuenta puntos.


Hoy ha llegado la medida populista de turno. Uribe ha decidido eliminar el día de descanso en un ambiente que no le es propicio: el pasado sábado ya oyó críticas a su trabajo y ayer llegó la noticia de que Tote o Moisés dejaban claro ante los medios de comunicación que no se sale a ganar. Algo que es bastante perceptible, por cierto. Así, la derrota de Las Palmas se puede basarse más en la escasa ambición por buscar el 0-2 ante un equipo muerto o el planteamiento de Uribe ante el Ciudad de Murcia, con un sólo punta, cuando 24 horas antes estaba hablando de que se debía de ganar o ganar al equipo murciano porque se podía agravar la situación. Si indicas la peligrosidad de un resultado negativo que haga peligar la situación y después dejas claro, sobre el terreno de juego, que la apuesta es poner a Farinós por detrás de Calandria, pues así van las cosas. El resultado fue un partido anodino y que, de no haber mediado gol visitante, quizás hubiera acabado con un vulgar empate a cero. Si bien es cierto que los rivales son diferentes, se echa de menos ese plus de ambición ante el Sporting cuando tres balones fueron a la "madera" y la victoria era más cercana. Después de dejar bien claro que no se sale a ganar, veremos si Uribe "castiga" a Tote por el comentario ante la prensa. Ojalá que el delantero madrileño no pague ante el Polideportivo Ejido el precio de la sinceridad y pueda jugar. Si no, ya se sabe el motivo de no jugar.


Apunte Mucho se ha dicho que buena parte de la explicación de la temporada se basa en la presencia de Bordalás desde el principio y los malos resultadosdel inicio. Sin embargo, el ascenso del Almería impide que ese razonamiento impere: el Hércules de Bordalás sumaba 6 puntos por 7 del equipo de Emery. Quizás sería conveniente valorar la parte de culpa en la presencia de alguien, que se sabía, era contrario al entrenador, es decir, Subirats.