jueves, mayo 10, 2007

El primer gol

Con el inicio de la temporada las guías de los diarios deportivos se esfuerzan por prestar la mayor información posible a los aficionados a este deporte. Entre éstas destaca la del Marca. Apenas hace unas temporadas sus poco más de 200 páginas era un buen referente pero se decidió desde Recoletos aumentar la dosis con un buen espectáculo de difusión estadística: entrenadores, jugadores que hicieron historia por sus partidos, minutos, expulsiones, remontadas a favor y en contra, etc; entre la diferente información que se ofrecía, destacaba un recuadro en el que se observaba lo que ocasionaba al equipo tras marcar o recibir el primer gol en un partido. Era una información quizás poco valorada entre toda una red de datos. En base a ese recuadro quise elaborar el que correspondería al Hércules 2006/07 y hallar sobre la nube de datos, números, una valoración.


Por lo normal, se percibe que en la mayoría de casos (en 21 de los 34 encuentros, a excepción de los dos empates a cero) el equipo que se ponía por delante lograba la victoria en el partido. Se supone que en la mayoría de equipos se daría esa circunstancia. El matiz se daría en lo que se refiere en el aspecto negativo de las derrotas. Por el contrario han sido bien pocas las ocasiones en las que ha habido una reacción que ha supuesto cambiar el resultado: en beneficio del Hércules queda el recuerdo de aquellos 3-1 al Alavés y Tenerife tras remontar el tanto inicial visitante; en contra del equipo de Uribe se recuerda amargamente el 2-1 en La Condomina- superando el gol de Moisés y en inferioridad numérica tras la expulsión de Kike Mateo- y el terrible 3-1 en el Estadio de Gran Canaria cuando todo apuntaba a la victoria salvadora. Por medio quedan los nueve empates(cinco de ellos generados por el tanto herculano como el de Tote ante los murcianos o los pucelanos, cuatro que impidieron el triunfo blanquiazul). Del recuadro quedan otras puntualizaciones: el Hércules no perdió cuando se puso por delante en el Rico Pérez (5 victorias y 2 empates) y ,salvo los dos casos comentados antes, lograr el primer gol ha ayudado en los desplazamientos para lograr 17 de los 21 puntos obtenidos a domicilio. El reverso de la moneda llega por la falta de reacción tras el primer tanto del rival en el feudo alicantino: hasta en seis ocasiones ha llegado la derrota-con el agravante de no haber marcado ningún gol en esos partidos-, además salvó los papeles en cuatro de los cinco empates(ahora estaríamos hablando de empatado a puntos con el que descendería). Por último, no ha vencido nunca a domicilio remontando el tanto inicial local-sólo se hubiera alterado de haber ganado en Soria- lo que quizás sería algo que diferenciara al Hércules con los equipos de arriba-. Algo a tener en cuenta es el hecho de haber recibido el primer gol en once de los dieciocho partidos jugados en Alicante, algo revelador de que no se salía con la intensidad necesaria en los encuentros(ocho de los veintidós goles, antes de llegar al descanso). Es cierto que sólo son cuestiones numéricas pero permiten ayudar en el análisis de una temporada irregular donde a las rachas buenas le han seguido otras malas que han impedido mayores logros.

Apunte La Federación Española de Fútbol debería tomarse la competición de Copa del Rey con algo más de seriedad. Desde aquella espantada del Atlético de Madrid-que renunció a ser sede de la final de 2003 por caer eliminados y que obligó a ir a Elche-, la sede se escoge en una reunión entre los semifinalistas. Quizás sería conveniente optar por varias sedes fijas: Montjuïch, Olímpico de Sevilla, Mestalla y apostar, de una vez por todas, por la construcción de esa “Peineta”, un buen lugar para las finales en Madrid.