Tras unas semanas viendo las evoluciones del VAR desde que irrumpió oficialmente en el Mundial de Rusia 2018, es momento para hacer algunos comentarios. Es cierto que ya se usó el año anterior en la Copa Confederaciones ,en alguna liga internacional(Italia, Alemania) y en los dos últimos "mundialitos". La valoración fue, por lo general, positiva en el campeonato mundial pero también dejó alguna que otra historia que alienta para seguir mejorando.
Hay que partir de la primera gran premisa: El VAR solo son imágenes y un software que pueda ayudar, más o menos desacertado pero que debe mejorar(el famoso asunto de las rayas del fuera de juego). A la par de esta premisa está que el colegiado que mira las imágenes es un ser humano como el que está pitando. De hecho, si hasta el año pasado se criticaba la ausencia de un criterio a la hora de tomar decisiones por parte de los árbitros, resulta chocante que ahora se cargue las tintas en función de un partido u otro. Es decir, ese problema de unificación de criterio ya ocurría antes.
Durante estas semanas hemos visto polémicas variadas y se omite que el acierto está siendo considerable, a la hora de decidir si es penalty, si es fuera, etc. Jugadas que han hecho las delicias de esos periodistas, preocupados porque el VAR les iba a privar sus adoradas polémicas "para vender periódicos o minutos de televisión", pero que han visto que han crecido exponencialmente . Fallos que no se sabe a quién cargar: ¿es culpa del árbitro?¿le avisó el VAR o no le avisó?¿Qué han visto en la pantalla?. Algunos han llegado a durar hasta tres- cuatro días como la famosa jugada de Pau López y Roque Mesa, donde el propio Comité de Competición modificó lo dicho por el árbitro.
Sin embargo, llevamos tres- cuatro jornadas donde se ha aumentado la tensión de los medios de comunicación y sus tertulianos "bufanderos", que no ven más allá de sus colores, hacia el VAR. Aquella expulsión de Lenglet, clara y evidente, supuso el cabreo del alá culé; luego llegó el famoso gol del CD Leganés en fuera de juego por 16 centímetros-lo curioso es que hablaron con otro estudio que dijo que su primera medida les salía 30 centímetros en fuera de juego...y luego, al repetirlo, les salió la mitad-y, por último, las célebres manos de Casemiro en el derby entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid. Daba igual que uno explicara que se cumplían los supuestos para no ser mano "susceptible de castigo", desde un ala se decía claramente que era mano voluntaria y penalty, vamos "porque lo digo yo y me importa poco lo que diga el reglamento".
Anecdóticamente, reconozco que es algo llamativo como un aficionado o un tertuliano es capaz de hacer de "abogado" y de "fiscal" durante los 90 minutos...sobre la misma jugada en diferentes áreas: lo que en una es penalty, en otra no hay voluntariedad.Ahí el "porque lo digo yo" resulta hirient para lo que es el sentido común.
Apunte Desconozco el recibimiento que tendrá Luis García Tevenet el próximo domingo pero, sin llegar a la pitada, será muy alejada a la que recibieron Gallego y Moha hace un mes con el Real Club Deportivo Espanyol B. De Castro no hablo porque está a años luz.
