A dos días del partido ante el CF Badalona, llega el momento de ir pensando en una victoria para volver a la buena senda de la victoria. Noventa y pocos minutos para definir un triunfo que se hace de rogar ante los escapulados, un rival que se atraganta con facilidad pasmosa en los últimos tiempos. Aunque se ganó los cuatro partidos de la temporada 1947/48 y 1948/49, únicamente se ha vencido en uno de los diez últimos partidos, siendo el empate el resultado más habitual. En el estadio José Rico Pérez se venció esa única ocasión y en buen momento: 2-0 tras un comienzo penoso de los de Manolo Herrero(una victoria, tres empates, dos derrotas). Si el partido se hubiera jugado en Badalona, la apuesta sería por el cuarto empate consecutivo a cero.
Es el momento de girar la tendencia en casa: dos victorias en casa, dos derrotas, 267' sin marcar(bueno, en teoría son más, fácilmente 280' añadiendo los descuentos de esos partidos, teniendo en cuenta que el último partido contó con un añadido de siete minutos).Una crisis que recuerda a grosso modo a la que sufre el Real Madrid: crea ocasiones pero no las aprovecha y el rival sí. Es necesario para hacer bueno el empate en la ciudad deportiva valencianista.
Para el partido, en principio, se parte con la plantilla completa sin lesionados-pero nunca se sabe cuando puede llegar- y una necesidad de intentar no complicarse la vida a la hora de buscar el gol desde el primer minuto. Vista una determinada estadística, empezar marcando ayuda a ganar el partido(así sucedió en las cinco victorias) porque, de lo contrario, el resultado no es positivo(dos derrotas y un empate a cero). En cierto sentido, reconozco que es la asignatura pendiente que tiene el equipo cuando se pone por detrás: el equipo no baja los brazos pero pierde, todavía más, la precisión ante la portería rival y eso hace perder los partidos. Como positivo, que esté Chechu Flores puede ayudar pero no puede ser que se tenga una estadística tan dantesca cuando está ausente. Eso no ayuda.
Apunte Por fin se va parando esa efervescencia resultante de la polémica de los DNI, se agradece para poder pensar en el fútbol más tranquilamente. Habrá, eso sí, aficionados valencianistas que celebren alguna derrota del Hércules como algunos herculanos que seguirán con la historia del DNI en plan borde.