Una vez más, el asunto de los conjuntos dependientes vuelve a colación cuando el sorteo para la promoción de ascenso está a la vuelta de la esquina. Son varios los conjuntos que generan polémica:RCD Fabril(RCD Coruña), Sporting de Gijón "B", UD Almería "B"(en caso de descenso a 2ªB del primer equipo, el "B " no podría subir). Luego hay otros pocos equipos cuyo ascenso depende de que lo logre también el primer equipo(Racing de Santander B, Mallorca Atlco) pero que, de no lograrlo, les impide lograrlo y supone, a su vez, "regalar" el ascenso al contrincante afortunado en el sorteo. A su vez, quedan otros tres equipos que no dan problema(R.C. Celta de Vigo B, Real Sociedad B y Villarreal CF "B").De hecho, un calendario malévolo y un sorteo más cruel todavía podría meter en unas finales por el ascenso a sportinguistas y deportivistas con la posibilidad que ninguno pudiera subir: con el conjunto gallego descendido y el asturiano perdiendo la opción de asenso en esa promoción entre el 3º y el 6º en la categoría de plata.¿Cómo resolvería la RFEF este absurdo desaguisado?*
No es la primera vez que surge una polémica con este tipo de equipos que ya, en competición regular, son objeto de críticas por esas decisiones deportivas que afectan a estos conjuntos y el trasvase de jugadores al principal. Siempre ha aparecido, a lo lejos, esa Liga de Filiales, aunque es cierto que son pocas las competiciones internacionales que tienen un sistema separado. La verdad es que hay decisiones que llaman la atención como permitir que el RCD Fabril juegue la promoción de ascenso a Segunda cuando el descenso del primer equipo coruñesista le impediría ascender. Generar una innecesaria polémica y, sobre todo, como he explicado antes, evitar posibles problemas futuros. Entiendo que sería duro para los jugadores del "B" no poder disputar este ascenso, como sería fastidioso hacer una buena temporada pero bajar "arrastrados" por el primer equipo. Hay diferencias en estos dos casos: en el primero, hay damnificados(el 5º podría jugar la promoción y no puede); en el segundo, hay beneficiados(ese equipo que se salva por el descenso por arrastre.
La temporada 1989/90 fue la última que tuvo a equipos dependientes en la Copa del Rey, ya después se impuso la lógica y no se les tuvo en cuenta para la competición del KO. Ya habían generado algo épico como aquella final entre el Real Madrid y el Castilla CF en 1980, pero aún aguantaron una década hasta que se les cerró el paso. Quizás sea el momento, con esta polémica con el Fabril para corregir este desaguisado: bien con una Liga de Filiales, bien vetándoles el paso a una promoción en función de la situación matemática del conjunto principal(en caso de estar descendido, saltar al siguiente clasificado, al igual que en la competición copera.
Apunte Es encantador ver a la gente criticar a la directiva y, poco después, exigirle que ponga autobuses a tierras valencianas, camino del estadio de "El Clariano"(por cierto, donde Quique Hernández debutó como entrenador herculano a comienzos de septiembre de 1992 y con resultado de 1-2).
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* La liga en Segunda con promoción incluida-siempre y cuando el Sporting de Gijón no pudiera subir directo- acabaría el domingo 20 de junio, por lo que se podría dar el caso que una hipotética final por el ascenso a 2ª - que acaba el 27 de junio- ya se jugara sabiendo que ninguno de los dos rivales pudiera subir.