domingo, diciembre 17, 2017

Susto feliz


Ayer terminó en Llagostera la primera vuelta de esta temporada 2017/18. Lo hizo de la mejor manera: ganando 0-1, marcando el “9” su cuarto gol de la temporada, manteniendo la puerta a cero…quitándose el susto del día anterior. La expedición blanquiazul estuvo en un tris de tener un grave accidente camino de la ciudad gerundense, salvándose por la aptitud profesional del chófer y, al final, acabó llegando  al hotel con las caras de susto y de alivio. Aunque nadie dudaba de la profesionalidad de los jugadores, sí había interés en ver cómo afrontarían el partido tras el susto en la carretera.

Para empezar, asombró  la actitud que mostró el entrenador al sacar de inicio a la dupla Carlos Fernández-Óscar Díaz. Las bajas numerosas pintaron un diseño clásico de 4-4-2 con la capacidad de Chechu y Salinas de actuar como puñales desde atrás. Todos vestidos de blanco solidario. En sí, el despliegue del equipo en el césped artificial fue de los de “mono de trabajo”, un esfuerzo  que tuvo su premio con esa triangulación Salinas-Chechu – Carlos Fernández en el 0-1, con la inteligencia añadida del delantero de rematar lejos de las posibilidades del portero de atajar el balón.  Pudo haber sido una victoria más holgada, eso sí.  En la segunda parte se pudo haber ampliado el marcador en varias ocasiones y el único temor venía de un marcador escaso(0-1), un campo pequeño y un juego muy directo que, en un momento determinado, pudo haber supuesto otro susto menos “vital” pero sí peligroso para la tabla clasificatoria.



Por desgracia, el único pero es el de siempre: una temporada muy cargada de lesiones musculares, en el que incluso hay “reincidentes” y eso es peligroso debido a lo problemático de este tipo de lesiones. Quizás, tras el acuerdo con la Universidad de Alicante, hay una intención de poder contar con otro tipo de instalaciones deportivas tras prescindir , en su día, de Fontcalent y suponemos seguir con el estadio de atletismo.  El próximo año 2018, más fútbol.




Apunte. No albergo dudas sobre la clasificación del RCD Mallorca para jugar la promoción de ascenso pero quizás sí para el ascenso. Lleva cuatro semanas consecutivas empatando y ante rivales que tampoco deberían complicarle la victoria. Las diferencias son cuantiosas, pero también me acuerdo de ese Hércules imbatido de la temporada 1989/90 que, al final, se dejó caer porque su fútbol era menor que sus resultados.