No se asusten. Me lo huelo. Ustedes leerán el título y se preguntarán que tiene que ver Verdi con un deporte que, casi, ni existía cuando vivió el compositor. Sin embargo, tiene algo que ver con la anécdota que os comentaré.
Corría el año 1847 y se iba a estrenar "Macbeth", del compositor italiano, en Florencia. Durante los ensayos, Verdi estaba especialmente preocupado con una escena difícil de cantar, un dúo de la pareja protagonista debía cantar con sordina, como si estuvieran murmurando. Era complicado. Fue tal el volumen de ensayos que el propio barítono estaba desesperando. Más de 150 ensayos de la escena. De forma muy puntillosa hasta lograr cierta perfección.
Y aquí es donde ligo yo esta anécdota operística con el fútbol. Yo reconozco que no suelo ver los entrenamientos pero suele haber un dicho que dice que "se juega como se entrena".Y como se puede ver en estos últimos años, se percibe en el terreno de juego que no se entrena bien. Tampoco ayuda, tras una derrota, escuchar el término "un par del días de descanso", como aconteció tras perder la semana pasada. No se entrena, ni siquiera, ese patético juego a la desesperada con tanto corazón como poca efectividad. El balón parado se limita a una improvisación y poca pizarra, donde no se ve movimientos de arrastre del defensa para que el delantero se quede sólo en el remate, por ejemplo.
Se echa de menos el interés personal del deportista por mejorar en equipos de conjunto. Me acuerdo de dos en especial: uno de fútbol, otro de baloncesto y que es más cercano: Marcos Assunçao y Velimir Perasovic. El centrocampista brasileño practicaba, tras los entrenamientos con sus compañeros, las faltas directas. Por otra parte, el escolta croata afirmaba que ensayaba el tiro, pidiendo las llaves del pabellón cuando el equipo descansaba. Sean reales esas anécdotas o no, la realidad era que ambos jugadores eran determinantes en los momentos importantes de los partidos.
A veces, el fútbol que se despliega en Alicante está muy relacionado con esa ausencia de interés personal pero también colectivo. ¿En serio se practican los pases al delantero?¿Se plantean jugadas de pase en profundidad al "9"?. Vistos los partidos, se deja que el "Chechu" o el "Juli" de turno hagan alguna jugada de calidad-porque la tienen de sobra para esta infame categoría- y que, con un chispazo, arranquen este vehículo que no marcha.
Apunte. Envidia sana de ver cómo han celebrado los atléticos el estreno de su nueva casa pero aún les queda un pequeño drama:la demolición del Vicente Calderón. Como "periquito", el último partido de liga no tiene nada que ver con el dolor de aquella demolición detonada de Sarrià.