Era algo esperado y, en teoría, debería ayudar a resolver el tema institucional que, dentro de lo que es el Hércules CF, es lo que menos preocupa a la gente pero que, a su vez, ejercía un papel "atascador" en estos últimos tiempos. Como si fuera el juego clásico del huevo y la gallina, no se podía resolver Hacienda si no se tenía el control de las acciones de forma definitiva pero, si no se resolvía, se gestaba una sensación de bloqueo. Al final, el IVF ha anunciado que la subasta saldrá por 600.000 euros como mínimo y bajo el sistema del "sobre cerrado". Lejos queda aquella cantidad de 300.000 que se había anunciado a comienzos de abril.
Dos años después de todo lo acontecido durante el verano de 2015 con las plataformas, los pretendidos inversores, llega el momento en el que se puede dar el pretendido cambio de 180º.Por esa época había casi una enemistad del alcalde con los que estaban dentro del club y que se extendió prácticamente hasta mayo de 2016. Fue lo más cercano que hubo al sueño de limpieza. Era habitual por esa época los escritos de algunos ex jugadores buscando el cambio en la dirección del club, las pretensiones de un cambio que nunca llegó. Fueron seis-siete meses(entre junio de 2015 y enero de 2016) en el que se iban sucediendo las noticias que, con el tiempo, acabaron minizando la ilusión.
Ahora, con el desánimo por bandera, cuando todo apunta a que a la subasta sólo acudirán Enrique Ortiz y Juan Carlos Ramírez, es el único momento en que se puede aspirar a un cambio. Una vez que tengan las acciones en su poder ya no habrá más alternativa a cambiar las cosas, ya habrá que negociar con ellos y no será tan "barato". La deuda del club estaba ahí en 2015 y ya tenían intereses en hacerse con el Hércules CF, nada debe cambiar en el interés.
Si en el instante en que se abra la subasta únicamente aparece un único sobre, será necesario recordar dónde estaba ese interés, esos tuits de exjugadores y casi desear que no vuelvan a decir ni "mu" porque la ocasión para el cambio...es ésta, sólo ésta.
Apunte. Asombra el incremento de dinero que vuelve a sonar en primera división...pero también en segunda B. El problema es que, a diferencia de primera división, en segunda B apenas hay ingresos como para permitirse sueldos muy costosos y casi obligando a un ascenso...o la liquidación.