El recuerdo de los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992 suele irrumpir, más o menos, cada lustro para recordarnos lo que fue aquella gesta deportiva y social que fue épica. De hecho, los deportistas españoles en los siguientes seis juegos olímpicos no ha alcanzado la cantidad de medallas alcanzada hace veinticinco años. Pero no fue, únicamente, el tema deportivo. Durante poco más de dos semanas se vivió una especie de tranquilidad en todo el país y algo de entusiasmo que fue creciendo con el paso de los días. Durante ese tiempo, se olvidaron cosas, se quedaron en ese particular "stand-by".
Desde ese "Hola" de la ceremonia de inauguración-sinceramente, la única que he visto con interés-, con ese peculiar momento del encendido del pebetero-independientemente de lo que se supo después- y demás momentos emotivos comenzó un período en el que, por ejemplo, la presión de la pimera medalla duró poco.En dos días, España sumó su primer oro gracias a ese kilómetro de oro de José Manuel Moreno en el velódromo de Horta. Hubo instantes felices también para Alicante: La judoca Miriam Blasco lograba su medalla de oro o la gimnasta rítmica oriolana Carolina Pascual, con su plata alegraron. En menor grado, Kiko Sánchez en vela(470) y Paqui Veza en fútbol también lograron traerse la medalla de oro para Alicante.
Hitos hubo muchos: por ejemplo, la primera y única medalla en decatlón por parte de Antonio Peñalver, las medallas de plata(con Conchita Martínez) y bronce de Arancha Sánchez Vicario, el oro del Hockey hierba femenino mientras que el dorado obtenido en el fútbol se lograba tras 72 años sin sumar una medalla en esta disciplina deportiva. Otro instante épico por la imagen fue el triunfo de Fermín Cacho en 1.500 metros con un final explosivo. Algunas disciplinas como el Judo o la gimnasia rítmica se hacían un hueco en el medallero, otras siguen como la vela.
Tuvo otra importancia política menor: fueron los primeros juegos olímpicos sin U.R.S.S.(bajo el nombre de CEI, comunidad de estados independientes pero que tenía mayoritariamente a rusos), la aparición de las selecciones balcánicas, y bálticas(Lituania, Estonia y Letonia),etc.
Unos días inolvidables y que supusieron, con el fin, el regreso de los problemas cotidianos a este país que iba a meterse de lleno en una crisis económica considerable a partir de 1993.
Apunte. No nos olvidemos que esa fiesta del deporte tuvo un pequeño y modesto prólogo en nuestro estadio José Rico Pérez, cuando la selección olímpica jugó un partido contra el Hércules una semana antes de empezar los Juegos Olímpicos. El resultado daba igual entre un combinado preparado y otro que llevaba apenas una semana de entrenamiento.