jueves, junio 08, 2017

En el temido corredor

No voy a negar la evidencia que la situación del club blanquiazul empieza a ser más propio de un preso condenado a muerte. Pocas expectativas de vida en un club que se encuentra con varios asuntos envenenados. Esa lápida en la que el club convirtió la grada del mundial está más cerca de hacerse realidad. Con dolor, uno se queda mira observando el devenir de los días desde que se quedó el equipo fuera de la promoción de ascenso. Nunca creí en protestas como las anunciadas y realizadas durante temporadas anteriores salvo por temas muy puntuales.

Los peligros a día de hoy se centran en una decisión europea y la situación con Hacienda. Queda por ver el desarrollo de la subasta que debería realizar el IVF y, por último, lo que puede quedar del Hércules si puede lograr arrancar la temporada 2017/18.

Sin duda, la decisión del Tribunal General de la UE sobre la suspensión cautelar del pago de cerca de siete millones de euros es el principal quebradero de cabeza a corto plazo. Si el sentido común se impusiera, se debería otorgar hasta el momento en que se juzgue o no la nulidad de la resolución de julio de 2016. En este caso, es la intuición la que me hace pensar que,desde Europa, se debe acceder a suspender la ejecución hasta que se decida la nulidad o no. Respecto del fondo del asunto, sí temo que serán inflexibles cuando se juzgue el tema en cuestión(si fue ayuda pública ilegal o no la obtención del préstamo con ciertas ventajas de financiación que, en otras circunstancias, no habrían recibido pero que, en ningún caso, no se está hablando aquí de haberlo dejado impagado).Hay fuertes rumores que apuntan a que el asunto de la suspensión cautelar puede caer pronto. Si, desde Europa, se decide que no procede la suspensión, el daño para el club podría ser letal.

Aunque parezca lo más atosigante en la actualidad, el asunto de la deuda con Hacienda tiene como especial problemática la decisión de paralizar todo lo deportivo a expensas de una respuesta que se puede prolongar en el tiempo lo suficiente  como para ocasionar un lío impresionante en la parcela deportiva. Aunque, en cierto sentido, parece lógico no tomar medidas deportivas hasta la decisión de Hacienda a la propuesta que ofreció el Hércules CF , se debe poner un límite temporal o buscar una solución que está en mitad del camino(si se ofrece ingresar 2 millones, no debería costar aportar un poco más y saldar el tema).

La subasta del derecho de cobro y que implica el poder del accionariado del Hércules puede ser la solución a esta situación, pero debe llegar cuanto antes. Sin embargo, también podría prolongarse de forma innecesaria y hasta penosa. Imaginemos un escenario en el que, desde Europa, se decida no suspender cautelarmente la ejecución de la reclamación de los 7 millones de euros y ello podría implicar la liquidación del club...¿qué se subastaría?¿la nada?.Algunos ya piensan que la parálisis deportiva que sufre el club se debe a que esperan que la liquidación les llegue a ellos y no sentirse ellos responsables morales del cierre de la persiana.

Las expectativas son dantescas y lo único positivo que queda es que el equipo, si puede salir a competir en la temporada 2017/18, puede tener la suerte de alinearse las estrellas y subir cuanto más difícil apunta el grupo III.


Apunte Aunque el tema de las apuestas es muy triste en el mundo del deporte(no nos olvidemos, el fútbol es uno de tantos afectados) peor empieza a ser ese mundo de sospechas que hacen más daño que el tema de la corrupción. Cualquier fallo que haya durante un partido es susceptible de ser mirado con lupa y, en este mundo de redes sociales muy virales, complicar el tema más de la cuenta.