martes, abril 21, 2015

El tobogán de siempre



Hace cinco años escribí este artículo. Era el recuerdo a una fecha curiosa en el calendario herculano porque, en ese 21 de abril, se concretaban dos victorias ante el Real Madrid en su propia casa. La primera se logró en 1940, la segunda en 1985. En aquella época del artículo, el equipo había recuperado un poco las sensaciones perdidas en aquel marzo maldito y buscaba la primera división tras trece años entre segunda y segunda B.


Cinco años que nos han supuesto mucho disgusto y pocas, muy pocas alegrías. Incluso, las celebraciones acabaron siendo amargas. De este lustro, la victoria en el Camp Nou y los cuatro goles al Atlético como únicas “gestas”. El equipo, como ya saben acabó despeñándose hasta la 2ªB, cargado de deudas(por mucha quita que se realizara) y con una división clara y evidente entre su masa de aficionados, entre los contrarios a la gestión llevada a cabo en los últimos años y los que ya miran a ver qué sucederá en el futuro(pero no por ello, partidarios) sin mucha esperanza. Cinco años agudizados por decisiones erróneas de inicio y otras sobrevenidas pero que tuvieron el único resultado lógico y no el espejismo que fue la temporada 2011/12.



Pero la historia del Hércules CF ha sido así. Años de travesía en el desierto, años de herculesmania(un par de años antes del ascenso hasta lograrlo) y posterior declive deportivo, propio de vivir al día en este deporte, sin estructura que lo sustente y a la espera de la nueva alineación deportiva. Supongo que los aficionados herculanos, muchos que saltaron de alegría tras el pitido final de Urízar Azpitarte en el Santiago Bernabeu, no se podían imaginar que sólo verían tres años de primera división, quince en 2ª división y estamos en la número doce en 2ªB. Números claros y evidentes de una existencia deportiva complicada, fruto de años de vivir el presente. Un triste transcurrir que hace que victorias como las del Santiago Bernabeu hace treinta años ( o la del Camp Nou hace casi cinco años)sean, todavía, más valorados por tanta pena acumulada.