domingo, junio 08, 2014

Telón bajado


Salvo la etapa gloriosa de los ocho años en Primera división, los otros pasos fugaces por la categoría de élite acaban significando un regreso a los infiernos de la tercera categoría del fútbol. En La Viña pasó en dos ocasiones: en 1959,a los tres años de bajar a Primera(55/56), y en 1968, al año siguiente del gran costalazo, bien porque lo hizo mal(penúltimo), bien porque tuvo mala suerte de pillarle en mitad de una reestructuración que provocó el descenso de la mitad de los equipos de 2ª División para crear el grupo único, a diferencia de la diferencia Norte-Sur. Volvió a Primera División con José Rico Pérez y aguantó ocho años en la élite con buenos años. Regresó, incluso, a los dos años tras bajar en 1982. Pero, desde 1986 hasta la actualidad, se ha repetido con infausta regularidad: en 1988, en 1999(ambos a los dos años de pasar por primera división) y en 2014(a los tres años). Sólo en el estadio Bardín no se ha dado ese tema, donde hubo tercera en dos años(desde 1932 a 1934) pero tuvo dos pasos por primera división que no tuvieron efectos negativos.

La verdad es que el proyecto tuvo momentos para haber sonado la alarma pero la “suerte”(al final mala para el herculanismo), permitía salvar malos momentos que, en otra circunstancia, quién sabe si podía haber permitido un cambio de entrenador con la debida antelación. El gol de Sissoko ante los canarios, ese diciembre dorado que, al final, sólo demostró ser hojalata pintada de oro o ese triunfo en Mallorca. Tres momentos en los que una derrota hubiera podido significar un cambio radical como en otros años. Momentos en los que, con todo el cariño hacia la entidad, se hace más “bien” deseando la derrota y la catarsis que una victoria que oculte defectos.


El descenso me duele personalmente. Siempre he considerado que éste era un equipo “apañadete” que no debería tener problemas para acabar entre el 8º y el 12º, en la parte media de la tabla. Lo escribí, lo repetí pero los hechos me han demostrado que no, que este equipo nunca estuvo bien preparado desde el banquillo.Una preparación física lamentable(especialmente, en el tema de lesiones musculares), una nula preparación del balón parado o el desarrollo de las alternativa de juego han sido algunos de los ingredientes. Ni siquiera la motivación o el orgullo de los jugadores apareció por el terreno de juego salvo escasos detalles. Una moral bajo mínimos sin capacidad de reacción.

Como cada fin de temporada habrá un análisis de temporada en el que anticipo que, salvo unos escasos futbolistas, el resto se marcha con una inmensa mancha negra y con el deseo de una trayectoria deportiva en consonancia con este año que alguno ha llevado a cabo.


Apunte: Un dato curioso es que el equipo ha sumado 45 puntos en toda la temporada...los mismos que hemos perdido en la segunda vuelta(18 puntos logrados...de 63 posibles). Un desastre de temporada en el que son escasos los momentos de alegría, todos prácticamente en diciembre.