Hay una frase atribuida a Napoléon Bonaparte- aunque eso es lo de
menos-que dice “La victoria tiene un centenar de padres, la derrota es huérfana”.
Aunque esté en comillas, hay varias versiones similares, con escasos
matices entre ellas. El tema en sí, tendría más intríngulis porque es
sabido que cuando hay un éxito se suman todos los apoyos inexistentes
hasta el segundo antes del éxito, también muchos quieren atribuirse
fundamentos del éxito. Mas en la derrota, la soledad está ahí. Nadie
quiere asumir la culpabilidad de un desastre y casi mejor escudarse en
cualquier factor ajeno.
Pero los motivos del desastre tienen que saltar a la palestra. Si
tuviera que hacer un cómputo de culpas, cifrarlo en porcentaje, diría
que en la cúspide estaría el propio cuerpo técnico con un 45%, los
jugadores serían los segundos con un 40% y directiva en un 15%. Cada uno
puede pensar en sus porcentajes que atribuiría a los “culpables” del
descenso.
¿Por qué el cuerpo técnico es responsable? Empezamos por una
preparación física que ha tenido que influir en la gran cantidad de
jugadores con lesiones musculares; apenas se ha preparado el equipo en
el tema estratégico(en el defensivo, se ha caído continuamente en las
trampas del rival en bastantes ocasiones; en el ofensivo apenas se puede
recordar algo digno de ser mencionado) y en el estilo de juego(donde
las variaciones de Quique Hernández en los partidos parecían puras
improvisaciones que no se hubieran entrenado en los entrenamientos de la
semana) y terminando por un conformismo en la segunda vuelta que ha
sido muy peligroso. Que en Jaén, con el goal-average perdido, no se
buscase la victoria y dar por bueno el empate fue un ejemplo, pero no el
único. No se ha sabido cortar con motivación las malas trayectorias y
eso que estamos hablando de la inicial entre septiembre y noviembre(diez
semanas sin ganar), otra en enero-febrero(cinco semanas y dos goleadas
serias) y la última que ha condenado al equipo entre marzo y mayo.
¿Por qué los jugadores? Aparte del evidente hecho de ser los que
juegan y, por tanto, tan responsables de la alegrías como de las
penas,salvo contadas excepciones, no han mostrado apenas orgullo y
respeto a la camiseta. ¿Muchos jugadores cedidos es causa de descenso?
No. Porque ahí está la figura de Héctor Yuste para demostrar que el
hecho de ser cedido no tiene nada que ver con el rendimiento.Que puede
ser cedido pero jugar sintiendo la responsabilidad de la camiseta que
viste( no hablo de sentimiento). Puede que un jugador cedido no tenga
por qué estar comprometido con el equipo pero es que muchos jugadores
han demostrado que su destino acaba siendo el del equipo con el que
juegan. Ser un jugador “de préstamo” implica que se tiene que esforzar
más: bien para demostrar al equipo que cede que merece estar en su
plantilla, bien para mostrar que uno es profesional. Las culpas se
dirigen primero a los jugadores veteranos que, en algunos casos, no
mostraron intención de reaccionar sobre el terreno de juego y decir
basta en los entrenamientos. También han pagado justos por pecadores
algunos jugadores que hubieran rendido algo más si la exigencia hubiera
sido acorde a las necesidades del club y, por último, cierta desidia en
jugadores que tuvieron problemas con el entrenador sin darse cuenta que
es su futuro el que está en juego.¿Qué informe recibirá Unai Emery sobre
Javi Hervás?¿el cordobés cree que ha hecho méritos para hacer, al
menos, la pretemporada con el Sevilla C.F.?. Dejo para el final, el
escaso apoyo al futuro de la entidad. Algunos de los jugadores
canteranos contaron poco-a lo sumo, Carbonell y Sugi-(no cuento a Eldin
porque ya estaba en la plantilla de profesionales), pero otros como
Juanma, Laurent o Alex Muñoz debieron de tener minutos sí o sí porque el
presupuesto es el que es y, además del presente, estaba el futuro de la
entidad en juego.
Por último la directiva. Sí, me dirán que todo es culpa de quién
sabemos todos pero, como se dice, si se entrena poco o mal, si los
jugadores aceptan todo sin reaccionar, el descenso hubiera llegado
igualmente con una buena directiva. ¿Cuántos equipos bien dirigidos
desde el palco no han ido al pozo por una mala temporada?.Irónicamente,
la culpa de la directiva no empezó el verano pasado sino hace dos años,
cuando se reventó la dirección deportiva de Sergio Fernández. Sin
jugadores vistos, con un presupuesto limitado, se acabó recurriendo a
Pina como único medio para llenar plantilla. El empresario y
representante murciano aportó jugadores. Algunos de ellos han sido de
los pocos que se han salvado de la “quema”(Yuste, Ferreiro o Sissoko).
Se ha creado déficit en algunas ubicaciones como defensa(a pesar de
contratar Quique Hernández a un jugador como Borja Gómez, del que ya
había dudas en el reconocimiento médico, o rechazar a Bougadis) o en la
delantera(Dioni no estuvo precisamente afortunado pero, curiosamente,
habría ayudado mientras la apuesta del entrenador, Azkorra, se ha pasado
prácticamente la segunda vuelta lesionado. En su contra, ese cambio de
cromos el día 31 de agosto cuando se fue Matías Campos Toro y llegó
Sissoko pero es lo que tenía apostar por un representante y no por una
dirección desde los despachos deportivos del estadio José Rico Pérez.
Con todo, poco importa ya. El camino de 2ªB se comenzó a agarrar
cuando no se reaccionó tras el partido del Girona C.F. en Alicante. Ese
empate a cero(con casi sabor a derrota por 0-3) tuvo que haber servido
para que entrenador y jugadores dijeran basta en el vestuario sin
necesidad que nadie desde arriba les pidiera reacción. Por el contrario,
llegó una sucesión de seis derrotas consecutivas, en muchos casos con
un patrón parecido(marcar primero, ver cómo se empataba y, luego, sin
reaccionar tras la derrota).
Apunte: En serio, me asombra que alguien dude sobre el Mundial de Qatar en 2022. El hecho de elegir una sede que tendría tantos inconvenientes(asunto de calendarios, no poder jugar en las fechas esperadas) sin ninguna ventaja visible, ni siquiera fomentar el deporte del fútbol como ocurrió en Estados Unidos en1994. Ahora amenazan con quitarle el Mundial pero me da que es de puertas para fuera.