Resulta chocante este artículo cuando
apenas hace unas horas estaba publicando el del ascenso de 2005
dentro de la serie dedicada a los diez años de este blog. Esa era
una entrada con la ilusión del regreso a 2ª división que, a este
paso, no tardaremos en abandonar para estar, en el mejor de los
casos, jugando en 2ªB. Hace veintiséis años se cayó a la
categoría de bronce y se estuvo un lustro; hace quince se volvía a
caer para estar seis largos años. Es un equipo ascensor y sube y
baja mas el lastre cada vez es mayor. Un año en el pozo, quizás dos
pero no sé qué pasaría cuando llegue 2016. Un descenso a los
infiernos salvo un milagro de proporciones considerables: ganar los
cuatro partidos para mantenerse, ni una posibilidad de error porque,
para más inri, apenas tiene ganado algún goal-average que otro(por
ejemplo, con el R.C.D. Mallorca) pero, en su mayoría, los tiene
complicados(Alavés, Girona, Real Jaén,Castilla) con lo que sumar
diez puntos(plantarse con 51) puede que no solucione nada. Lo
terrible es que son contadas las ocasiones en las que un equipo que
planta el ancla antes de tiempo consigue revertir los resultados
hasta ganar todo lo que le queda por jugar. Sin margen de error por
parte de un equipo que ha bajado los brazos en el primer contratiempo
que tienen. Así es de duro el tema que nos espera en las próximas
semanas.
Quisiera ser optimista, sería mi deseo
y mi fuerza pero no puedo. El equipo lleva muchas semanas, más allá
incluso de los nueve partidos sin ganar, en el que apenas propone
nada y, con cierta guasa, para un buen partido que juegan(la segunda
parte de Riazor), no vuelven a jugar así. Sí, si lo observan, desde
comienzos de año no hay una victoria, salvo la del Deportivo Alavés,
en la que pueda estar uno satisfecho: se ganó en Mallorca tras
fallar los locales lo imposible(ese disparo alto de Generelo cuando
lo tenía franco), ante la S.D. Ponferradina en, casi, uno de los
pocos ataques de esa tarde. El estropicio entre el Mini Estadi(5-0) y
la derrota contra el Recreativo de Huelva se saldó con un punto de
quince posibles y un 4-0 en Valdebebas en enero y parte de febrero ya
dejaba entrever problemas. Se vieron como positivos los cuatro
empates cuando ya el último ante el Girona C.F. casi debió ser una
victoria visitante y tirando por la borda la necesidad de ganar, por
ejemplo, en Jaén. Un conformismo letal. Las cinco derrotas
consecutivas, independientemente de temas arbitrales, dejan a un
equipo romo en la segunda parte de cada uno de esos encuentros,
carente de ideas para llegar hasta arriba.
Ayer era un partido difícil, complejo
cuando salían de Alicante con once jugadores profesionales más
siete de la cantera, con ausencias de largo plazo(Pamarot y Borja),
medio(Sissoko, Falcón, Peña, Azkorra y Sardinero) y corto(Yuste,
Escassi), ante un rival que sueña con meter la cabeza entre los que
puedan subir a 1ª División. En la primera parte, el equipo
blanquiazul-ayer de amarillo- tuvo alguna que otra ocasión pero el
dominio del juego, sólo en la primera parte, fue de visitante a
local con el paso de los minutos. Un disparo de Eldin, el gol de De
Lucas- con Portillo en fuera de juego y haciendo ademán de rematar-
y el disparo flojito del “9” fue casi lo más destacable
ofensivamente ante un conjunto local nervioso pero que templó los
nervios con el gol de Jony pero que bien pudo marcar antes con algún
remate de Lekic o Scepovic. De la segunda parte, bien poco que decir.
El equipo tenía un inmenso agujero en el centro del campo ante la
desaparición del fútbol de Hervás y Font. El segundo gol local
tenía que llegar y así lo hizo. Sí, en fuera de juego pero subió
al marcador. El colegiado tomó algunas decisiones que no
beneficiaron al equipo herculano pero, no miren más allá. Cuando
apenas se llega a las inmediaciones del portero rival, no hay nada
que hacer ni alegar.
Apunte. Me ratifico una y otra
vez. Puede que no sirva para nada, muy posiblemente, pero no he visto
nada más gafe que la puñetera “lápida” de la grada del
Mundial. No se volvió a ganar en casa en aquella temporada 2011/12
desde que se puso tras el 0-3 en el Martínez Valero; se sufrió
mucho durante la primera vuelta de la 2012/13 y, ha seguido así con
cada cambio de digito. Que lo quiten y vuelvan a poner los asientos
azules, vamos.