Emulando el título de la novela de Charles Dickens, pero aclarando
que podría referirme a muchas más (Logroño, Burgos, Almería, Mérida,
Badajoz…), quisiera hacer referencia a “la historia” de Santander y
Jerez de la Frontera. Dos ciudades que vieron el descenso de sus equipos
representativos a Segunda B (bueno, el club andaluz siguió su camino
del desastre al incumplir los pagos a los futbolistas y el consiguiente
descenso a Tercera División) la temporada pasada mientras el Hércules
salvaba el trasero de forma milagrosa. Dos ciudades que tuvieron
reacciones diferentes a una situación que, en la actualidad, se está
mostrando en su máximo esplendor en Alicante con varios artículos
aludiendo a un deseo de la afición: la marcha de Enrique Ortiz. La desastrosa gestión deportiva de años anteriores (dinamitada tras
el asunto Sergio Fernández) provocó que tuviera que recurrir a algunos
jugadores de Quique Pina para poder comenzar la temporada 2013/14. Entre
el hecho de no tener apenas jugadores en cartera, la restricción
presupuestaria y la necesaria aprobación de ese comité salido del
convenio de acreedores, la decisión de apostar por varios jugadores
cedida no había sido vista con malos ojos. En justicia, algunos de los
jugadores que se salvan de la temporada que se está haciendo vinieron
por esa senda(Yuste, Sissoko, Ferreiro). Pero lo del constructor con la
afición ya era una relación torcida de hace unos cuatro años, cuando sus
llamadas salieron a la palestra en EL PAIS e hizo que la afición
herculana viviera un verano de 2010 turbio a pesar de la alegría del
ascenso. Desde entonces, la crítica viene de esa época, si bien no se ha
dado el paso por la dificultad que entraña y la ausencia de líderes que
pudieran dirigir los pasos.
En Santander, las protestas masivas lograron descabezar del club a
Ángel Lavin y Francisco Pernía. Bueno, en realidad, habría que referirse
a algunos movimientos de pequeños accionistas y abogados destinados a
que la empresa propietaria del club (WGA Sports Holding) cesase a ambas
personas. Tuvieron un pequeño plus de suerte, ya que esa empresa formaba
parte de otra en liquidación, lo que permitió convencer al
administrador judicial de esa empresa para ayudar a eliminar a Lavín y
Pernía. Ya la torpeza de los dirigentes racinguistas hizo el
resto(suspender una junta de accionistas y la decisión judicial para que
no se diera ese hecho). Las protestas hicieron mucho, la imagen del
equipo sin jugar, potenció la lucha de la afición contra la directiva
pero las circunstancias, a la vista, no parecían tan complejas. En clave
herculana, el asunto sería que se pudiera dominar la Fundación del club
(la Generalitat Valenciana (IVF) tiene, en teoría, la prenda de las
acciones por el incumplimiento del préstamo de 18 millones de la CAM).
Siendo la máxima accionista, podría decidir qué miembros forman parte
del consejo de administración de la entidad herculana (otro tema sería
el tema de vetar nuevos patronos nombrados por el Hércules y
normalmente, de la cuerda del que fue máximo accionista del club).
Por otra parte, en Jerez de la Frontera, mientras el Xerez CD ya
languidece en Primera Andaluza tras el descenso de esta temporada (con
un auténtico carrusel de cambios en el banquillo, incluso en la
pretemporada), en verano surgió un Xerez Deportivo CF con todo el
beneplácito de uno de los supervivientes de la fundación del Xerez CD,
en 1947, don Sixto de la Calle. Hartos del máximo accionista en su
momento y todo un repertorio de ventas de acciones, varias asociaciones
se juntaron para crear un club que partiera desde Segunda Provincial sin
más pretensiones que pasarlo bien como un club de aficionados. En sí,
lo que han hecho es, más o menos, lo que decidió el Alicante CF hace un
par de años con el Alicante Recreativo(otra cosa es lo que pasó después
entre las directivas) como club que se creara, por si acaso se disolvía
el club histórico debido a la difícil tesitura económica. En este caso,
en Alicante hubo voces para crear un equipo blanquiazul de la nada y
dotarle de todo lo que ha perdido el fútbol con las Sociedades Anónimas
Deportivas.
Dos ciudades, pues, que decidieron tomar caminos diferentes: una
luchó por conseguir recuperar su club en manos de gente que, la afición,
no consideró “racinguistas”; otra postuló crear un equipo de la nada
con las esencias del equipo que estaba a punto de desaparecer.
Apunte. Posiblemente, en los despachos del club herculano habrán respirado con la decisión del Comité de Competición de desestimar la alineación indebida en el encuentro entre el Recreativo de Huelva y el Girona Club de Fútbol, en favor del conjunto gerundense. Una vez más,el "fumus boni iuris" sirve para apelar el buen orden competitivo porque la RFEF le otorgó, en su día, el visto bueno para tramitar la ficha a pesar, curiosamente, de vulnerar la propia normativa federativa.