Llegó
Quique Hernández al club de la mano de Aniceto Benito en la
temporada 1992/93 tras ser nombrado presidente de la entidad
herculana en mayo de 1992. Su primer partido oficial fue en El
Clariano, en Onteniente, con triunfo blanquiazul por 1-2, gracias al
gol de Eduardo Rodríguez desde el centro del campo. En competición
liguera, comenzó batiendo sin compasión a un Lliria (3-0) en lo que
suponía, a la quinta, la primera vez que se ganaba en un partido
inaugural de una temporada. La temporada 1992/93 fue espectacular, de
menos a más, pero que dejó algunos resultados que, a la larga,
fueron reveladores como aquel 5-2 en Mahón. Pero sería injusto, en
esa temporada, recordar ese mal partido cuando hay tantos buenos,
memorables como el 1-2 en el Martínez Valero, por no hablar de una
promoción pletórica y rozando un pleno que no se logró por un
empate a dos en Torrelavega. Un ascenso a 2ª que se logró a lo
grande y rompía con un lustro aciago de 2ªB
En la
temporada de 2ª, la evolución de la competición fue tal que,
durante unas semanas llegó a soñarse con la promoción de ascenso a
1ª que la disputaban el 3º y el 4º contra el 17º y 18º de
Primera División. Un par de mal resultados impidieron el sueño pero
la Herculesmanía había cimentado para lograr la gesta dos años
después. Al final de la temporada, por las discrepancias con el
cuerpo médico y con la creencia de haber terminado un ciclo, no
seguía Quique Hernández. Lo dejaba con 92 partidos oficiales, la
mitad con victorias.
Dos
años y medio después volvía para rescatar a un Hércules que
estaba en un pozo en la Liga de las Estrellas, con cinco puntos en 12
partidos y una eliminatoria de Copa del Rey camino del KO. Salvó la
eliminatoria para caer en la siguiente, mientras iba levantando la
cabeza, especialmente en esa semana mágica que fue del 2-3 en el
Camp Nou hasta el 1-0 al Real Valladolid. El conjunto blanquiazul
podía creer, aupado en ese 18º puesto de la tabla de clasificación,
pero el 5-0, maldito resultado, le rompió la trayectoria en San
Mamés. Nunca volvió a esa posición que, al menos, le habría asegurado una eliminatoria de promoción y el equipo descendió a 2ª
División. En la categoría de plata sólo duró ocho jornadas y un
grito unanime contra el entrenador en un Hércules C.F-U.E.
Lleida(4-3), en el que el equipo catalán estuvo en un tris de igualar
el 4-0 del descanso. A la semana siguiente, la mala suerte le
sentenció en O Couto, el campo del C.D. Ourense. Cesado, ahí
terminaba su cifra en 136 partidos oficiales y un imaginado punto
final.
Lo que
nadie esperaba era que, quince años después, regresara en una
situación de terremoto institucional, con un público hostil hacia
el entrenador anterior. Con él se recuperó la paz de la grada pero los resultados
tardaron un par de meses en llegar. Una espectacular racha en la segunda vuelta salvó al
equipo con tres semanas de antelación. El técnico de Anna mereció,
pues, entrenar otra temporada con el conjunto blanquiazul pero la
actual 2013/14 ha sido aciaga y eso que, en diciembre, pareció
remontar de tal modo que parecía posible hasta jugar la promoción
de ascenso, mas la segunda vuelta ha acabado condenándolo con una
racha final de ocho partidos sin ganar.
Termina,
pues, una trayectoria que ha contado con 207 partidos oficiales(189
de Liga, 18 de Copa del Rey), 85 victorias, 52 empates y 70 derrotas,
273 goles a favor y 258 en contra. Un recorrido deportivo con dos
temporadas completas, dos completadas por cese del anterior
entrenador y dos ceses y que, presumiblemente, sobre todo en este
club dado a ciclos, habrá llegado a su punto final.
Cuadro.