Si el destino es tortuoso a corto plazo en el aspecto deportivo- firmo llegar "vivo" hasta la última jornada-, el medio y largo plazo no lo es menos en el económico. El viernes pasado se aprobaba el convenio de acreedores de la entidad blanquiazul. Terminaba una fase del proceso que empezó en julio de 2011-aunque se prevee que el administrador judicial seguirá por la calle Foguerer Romeu Zarandieta hasta mediados de enero- y comienza la segunda fase, la delicada: cumplir el convenio, sabiendo que un impago puede implicar el definitivo "persianazo" a un club de 90 años de existencia. Sí, se juega con un punto a favor: nadie querría ser el "ejecutor" de este club porque, en principio, es mejor cobrar poco a nada. Pero que tampoco nos ciegue esa fe. Entre los acreedores que se han opuesto, hay algunos a los que le va a dar igual el destino del club blanquiazul, dando por hecho que no van a recibir nada. Personas que están siendo objeto de crítica por negarse a dar su beneplácito al convenio; algunas de ellas, al mínimo fallo, van a pedir la liquidación porque saben que tampoco el equipo tiene activos a tener en cuenta.
Ya me gustaría "pintar" un panorama más ilusionante, similar al que se vive cerca de aquí, pero tampoco vale de nada taparse los ojos ante una realidad de varios años con la soga apretando. Deseando estoy que esa alineación de los astros, que ocurría a nivel deportivo para entender ascensos imposibles, ocurra a nivel institucional. Ningún aficionado herculano puede creer en la persona que ha dirigido este club desde 1999. Esa imagen de "salvador" con la que llegó en ese año, liberando al club de las garras del anterior accionista, se fue perdiendo por momentos hasta que llegó 2005. Volvió a recuperar su aureola hasta finales de 2010 con una jugada sencilla: fichemos a los mejores a pesar de los recursos que el club obtenía y buscar el ascenso a 1ª División. Desde entonces, su imagen entre el herculanismo es una cuesta abajo que pudo haber tenido un nuevo repecho: el apoyo al proyecto de Perfecto Palacio no debía ser objeto de envidia. Una serie de fotos con los nuevos gestores podría haber implicado un mensaje como éste: "he sabido apartarme pero el éxito de los nuevos gestores también es mío". Ese golpe en seco de ese proyecto finiquitó cualquier esperanza de mejora por parte del que había sido máximo accionista entre 1999 y 2011.
A partir de ahora, el futuro en lo económico se reflejará en lo deportivo. Para empezar, la fiscalización de la comisión formada por un miembro de la LFP, de la AFE y del propio club para importes más allá de 50.000 euros. Luego una serie de pagos comenzando con Hacienda(AEAT), Seguridad Social. Los pagos de deuda ordinaria comenzarían, supuestamente, en junio de 2014(salvo situación del club en 2ªB, donde habría carencia de dos años). Y, además de todo ésto, tener un presupuesto para salir a competir.
¿Solución?. Es difícil encontrarla. Una buena habría sido un "mecenas"(sí, otro) más serio, más responsable y que sepa/guste sobre el fútbol.Pero ello no es fácil encontrarlo y, por uno bueno, salen 4-5 malos que agravarían más todavía la salud del enfermo. ¿Autogestión? Sería lo idóneo pero el problema es acceder a posición de poder entrar en el accionariado con peso y negociar porque no es fácil.
Apunte. No servirá para nada, parece que la espada del descenso ya pende sobre el Hércules C.F. y poco más se puede hacer. Pero, si es posible, espero que el club tome la decisión de quitar, desde el 1 de enero, ese 1922-2012 que figura en la grada del Mundial y que está siendo esa "lápida" que tanto se ha mencionado. Desde que se puso tras la victoria en Elche, el resultado ha sido la obtención de una victoria(y sufrida), seis empates(algunos milagrosos) y siete derrotas(algunas abultadas) desde mayo hasta este diciembre. Pero¿y si cambiase la suerte?.